El suicidio del PSOE
Xavier Rius.- Ya lo dije hace tiempo: todo el proceso es un castillo de naipes porque se basa en una sarta de mentiras.
Mienten, mienten sistemáticamente.
También es verdad que con la colaboración de medios de comunicación.
Y de periodistas porque los medios no se hacen solos.
Hacer un diario, una tele, una radio, un digital no es como meter una pizza en el horno.
Basta ver la comparecencia de Pere Aragonès para comentar la derogación del delito de sedición.
Anunciada ayer solemnemente por Pedro Sánchez en … ¡una entrevista con Antonio García Ferreras! No sé quién hacía más cara de embelesado.
Pero cuando el presidente de la Generalitat comparece y dice que hay “represión” o “presos y presas polítcas” miente porque no es represión es simple acción de la justicia.
Y para lo de presos políticos que vaya a Irán o a Corea del Norte, a ver qué pasa.
Mienten incluso cuando dicen que el delito de sedición está “alejado de los estandares europeos” porque el Tribunal Supremo dejo claro en su informe sobre los indultos el 26 de mayo del año pasado que todos los países de nuestro entorno tienen penas similares aunque el nombre del delito sea distinto.
En Estados Unidos es “la forma más grave de atentado contra el Gobierno”, en Alemania se considera “alta traición” con penas de diez años a cadena perpetua, en Francia son 12 años e incluso en Bélgica -con un sistema judicial tan flexible- de “20 a 30 años”.
Aragonès se agarra a un reciente informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa basado en datos mayoritariamente de Òmnium Cultural -lo he dicho siempre: España no tiene relato en el exterior y a Pedro Sánchez ya le está bien- y a “organismos vinculados de la ONU” en referencia al grupo de la ONU sobre derechos humanos.
Al menos ha tenido la gentileza de no confundir -como hizo algún digital- a un organismo con al ONU entera: no es la Asamblea ni el Consejo de Seguridad ni el Secretario General.
Pero lo mejor son dos cosas: En primer lugar que Pere Aragonès se ha atribuido -ha utilizado la primera persona del plural- el mérito de la derogación.
Y, en segundo lugar, que no tiene bastante: pide también la amnistía y el referéndum de autodeterminación. Como los indultos que tampoco sirvieron para aplacar el “conflicto”.
Me pregunto cómo afectará esta alianza entre el PSOE y ERC a los alcaldes y barones socialistas que tendrán que lidiar con ello en las elecciones municipales y autonómicas del próximo año. García Page incluido si no habla.
Esquerra -y Bildu- conseguirán hundir al PSOE: con una diferencia. Los republicanos y los abertzales se mantendrán a flote, incluso subirán. Los socialistas han iniciado en cambio hoy mismo una larga travesía del desierto que les llevara a la oposición. Me temo que por muchos años.
Si ya era difícil justificar los indultos a cuenta de nada imaginen el retorno de los “exiliados” o el regreso de Oriol Junqueras a primera línea de la política sin contraprestaciones excepto continuar en La Moncloa.
La izquierda, en España, tiene un problema. De hecho, la Segunda República ya sacó las castañas del fuego a Lluís Companys. Luego basta leer los diarios de Azaña durante la guerra para saber cómo se lo agradeció.