¿Cuántos países están luchando contra la agenda 2030? Pues el principal, el más grande, el que tiene más poder, el más fuerte es Rusia. Rusia no ha permitido ni permite ni tolera lobbys como el gay. En Rusia las mujeres no tienen ninguna ventaja sobre el hombre, pero es que los hombres tampoco tienen ninguna ventaja sobre la mujer. En Rusia no ocurre lo que ocurre en Europa, donde los hombres prácticamente no tenemos derecho y donde la palabra de una mujer es ley y la nuestra más o menos que la de un troglodita. En Rusia, si una mujer denuncia a su marido por malos tratos, tiene que probarlo, aquí basta la palabra de cualquier malvada. Estamos acabando con nuestras poblaciones de origen a través del fomento de la homosexualidad y de la guerra de sexos.

Rusia permanece como un baluarte moral dentro de la sociedad actual y por eso quieren terminar con ese gran país. Tu puedes decir hasta la saciedad, como hace Vox, que vas a luchar contra la agenda 2030. Pero eso no es creíble si apoyas a los que quieren destruir al único país que la lleva combatiendo desde hace años.

Rusia no es un país en la actualidad que yo puedo considerar enemigo. Nosotros tenemos el enemigo a once kilómetros de Algeciras y le permitimos todo. Yo prefiero morir de pie que vivir de rodillas; o dicho en español yo prefiero morir peleando que seguir regalando subvenciones, ayudas, prebendas, dinero, armamento, coches, Land Rover… a un país como Marruecos, que está empeñado en jodernos vivos.

A Putin le transmito mi apoyo y mi cariño en estos momentos en los que se dilucida un posible conflicto entre el bien y el mal. Putin me parece un líder maravilloso y fantástico que ha logrado que su país no subvencione a ningún lobby. Cuando las palabras no sirven, sirvan los hechos y Rusia en este momento tiene un armamento impresionante. Un armamento al servicio del bien, del orden moral y en contra del globalismo satánico en esta parte de Occidente.