Hoy, para que nada cambie en Vox Málaga, nos hemos levantado con un nuevo escándalo; quizás la diferencia es la gravedad del mismo, con acusaciones de narcotráfico y posesión de armas.

Pasaré por alto las acusaciones de trepismo y enchufismo, ya que esas me consta que son absolutamente ciertas. Pero ya el tinte que toman las cosas en Vox Málaga me recuerdan a la Sicilia de don Vito, así que a nadie le extrañe que cualquier cargo o ex cargo de Vox Málaga, amanezca un día con la cabeza de un caballo como compañero de cama.

Posiblemente y dependiendo del destinatario de la cabeza, no me extrañaría nada que aprovechase la circunstancia para serle infiel a su mujer y amante esposa.

Las gravísimas acusaciones entre miembros y ex miembros de Vox Málaga se suceden en redes sociales.

Sinceramente espero y confío en que la enfermedad de Macarena Olona, responda al asco generado por verse rodeada, no solamente de mediocres, sino de lo peor de la condición humana.

Lo de este partido no tiene arreglo. Santiago Abascal, el Nerón de Amurrio, toca el arpa mientras arde el proyecto que ilusionó a tres millones y medio de españoles.

Lo peor de todo esto es lo que nos queda por ver y por confirmar, porque saber, sabemos. Sabemos por ejemplo de prostitución, sabemos de alcohol, sabemos de Sierra Nevada, sabemos de planes inmobiliarios, sabemos del “yeso” , sabemos del uso de dinero…

La que ha sabido retirarse a tiempo de esta desvergüenza política ha sido Macarena Olona.

*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.