Por Patrick Delaney.- El Dr. Michael Yeadon , exvicepresidente y científico jefe de Alergias y Respiratorio de Pfizer, declaró recientemente que debido a las deficiencias conocidas de las vacunas contra el COVID-19, los indicios de engaño en sus ensayos clínicos y las muertes resultantes de miles de personas, los fabricantes de estos productos “ deberían ser procesados ​​inmediatamente por fraude ”.

Yeadon habló en nombre de 17,000 de sus colegas que participaron en la Cumbre Global COVID en una conferencia de prensa adjunta celebrada el 11 de mayo. Los participantes de la Cumbre de todo el mundo llegaron a un consenso sobre 10 principios breves, cada uno de los cuales fue ampliado por un representante.

El ciudadano británico, que ha estado haciendo sonar las alarmas en los últimos dos años con respecto a las «mentiras» que los funcionarios de salud han dicho al público , explicó el principio n. ° 9, leyendo lo siguiente: «Declaramos que Pfizer, Moderna, BioNTech, Janssen, Astra Zeneca , y sus facilitadores, retuvieron y omitieron deliberadamente información de seguridad y eficacia de pacientes y médicos, y deben ser acusados ​​inmediatamente de fraude”.

Centrándose primero en el número de muertes resultantes de estas inyecciones , Yeadon dijo: “Sabemos que poco después de la administración de estos productos, miles de personas han muerto . Y aunque la correlación no es causalidad , se han aplicado criterios razonables para examinar la relación entre las inyecciones y los eventos y es absolutamente claro que estas [inyecciones] son ​​la causa de la muerte.”

Yeadon continuó afirmando que las inyecciones no solo eran peligrosas, sino que sus fabricantes sabían que así era, afirmando que “ el diseño de estos productos era conscientemente deficiente en varios aspectos ”.

Esto incluía el hecho de que causan la producción de la » proteína pico de virus tóxico » en el cuerpo. Sin embargo, aunque los fabricantes advirtieron que esta toxina “ permanecería en el lugar de la inyección , se distribuye ampliamente por todo el cuerpo. No había un límite incorporado a las cantidades de proteínas de punta tóxica que se pueden producir , o por cuánto tiempo se produce, y esa es la causa de la toxicidad”, dijo Yeadon.

Habiendo pasado más de 30 años liderando la investigación de nuevos medicamentos en algunas de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo, Yeadon hizo referencia a informes de noviembre pasado que brindan evidencia de que los ensayos clínicos emplearon “ prácticas cuestionables en general”. ”

“Por ejemplo, varios de los estudios claramente no fueron cegados mientras estaban en curso, en contra de las mejores prácticas. Y también, en varios casos, los sujetos fueron eliminados de la base de datos antes del análisis estadístico de una manera que sugiere fraude”, dijo.

Además, “todas las empresas nos dieron garantías generales una y otra vez sobre el perfil de seguridad benigno de sus productos. Incluso cuando los productos se lanzaron en las primeras semanas, deben haber sabido que esto no era cierto”.

“Para colmo de males, parece que estos productos brindan poca o ninguna protección contra el virus del que querían protegernos”, observó Yeadon.

Como experto en toxicología, el científico británico evaluó que estas vacunas COVID experimentales basadas en genes están «enormemente comprometidas por las omisiones de los estudios de seguridad estándar», incluidos aquellos que examinan la distribución de la vacuna y las proteínas de pico en todo el cuerpo.

“No han realizado una toxicología reproductiva completa sin la cual [las inyecciones] nunca deberían administrarse a mujeres embarazadas”, dijo.

Argumentando que la imposición de tales peligros a poblaciones masivas fue en realidad intencional por parte de estas corporaciones, el Dr. Yeadon concluyó diciendo que “no pueden alegar falta de conocimiento anticipado, porque las compañías y la FDA sabían que los productos de este tipo producirían muchas toxicidades.”

El Dr. Ryan Cole, un patólogo certificado por la junta que dirige un laboratorio de diagnóstico, amplió estas observaciones, leyó y abordó el principio n.° 10: “Declaramos que las agencias gubernamentales y médicas deben rendir cuentas”.

“El uso de emergencia de inyecciones modificadas genéticamente con nanopartículas lipídicas dañinas, ahora peligrosas, debe detenerse”, dijo el médico de Idaho. «Sabemos que estas nanopartículas de lípidos van a todas partes [en el cuerpo]».

“Estos van al cerebro, van al bazo, van a la médula ósea, van al hígado, van a los órganos reproductivos”, explicó.

“El gobierno y la corrupción farmacéutica nos han impuesto esto como nunca antes y nunca antes habíamos usado estos modos de experimentación en la humanidad”.

“Cada una de estas agencias y estas empresas deben ser examinadas de forma independiente y rendir cuentas por el daño que han causado a la humanidad”, dijo Cole.

La declaración breve, completa y sincera de la Cumbre Global COVID abordó también otros temas, incluida la necesidad de restaurar el carácter sagrado de la relación médico-paciente, incluido el derecho de los médicos a brindar tratamiento médico que salve vidas, la necesidad de atención y preocupación. para los lesionados por vacunas, el fin de todos los mandatos, incluidos los mandatos de mascarillas, garantizar el consentimiento informado y condenar las violaciones de la Declaración de Derechos, en particular el derecho a la libertad de expresión para los profesionales médicos y los ciudadanos.