Es hora de la verdad y la justicia
Konstantin Malofeev.- ¡Hermanos y hermanas! La historia se escribe ante nuestros ojos. El inicio de la Operación Militar Especial en Donbass es el comienzo de una nueva etapa en la vida de una Rusia Milenaria. El tiempo de esparcir ha terminado y el tiempo de recolectar ha comenzado.
Millones de rusos vivieron durante 30 largos años en la tierra de sus antepasados como personas oprimidas de segunda clase. La cuna de la civilización rusa – Kiev se ha convertido en un símbolo de odio por todo lo ruso. Nuestro santuario ha sido tomado cautivo por las fuerzas del infierno. Durante 30 años, estos payasos demoníacos compitieron en rusofobia.
Sin olvidar devorar el legado del Imperio Ruso y la Unión Soviética. Ucrania surgió de la URSS como el país industrial y agrario avanzado más poderoso, y hoy se ha convertido en una colonia pobre de especuladores occidentales y oligarcas locales.
Durante todo este tiempo, la gente común vivía cada vez peor, y se iba a trabajar, algunos en Rusia, otros en Europa. Fue aún peor para los rusos comunes: se vieron obligados a dejar de ser rusos. Los disidentes fueron primero oprimidos y en 2014 comenzaron a ser asesinados. Este genocidio del pueblo ruso en su tierra, gracias a Dios, ha terminado.
El tiempo de nuestra vergüenza ha terminado.
Es hora de la Verdad y la Justicia. Todos debemos unirnos en torno al jefe de nuestro estado, Vladimir Vladimirovich Putin, para ayudar a restaurar esta justicia histórica. Para detener el genocidio del pueblo ruso en el Donbass y en toda Ucrania. Nuestros antepasados defendieron y reconstruyeron esta tierra: la Tierra Santa para todo el pueblo ruso, no para que la chusma nazi se burlara de la memoria de los libertadores. El invencible comandante Suvorov conquistó Novorossiya no para que la memoria no solo de él, sino de todos los rusos fuera prohibida por los ocupantes rusofóbicos en esta misma Novorossiya.
Ha llegado el momento del renacimiento de Rusia. Ha comenzado una nueva Gran Rusia. Hemos estado esperando esto durante mucho tiempo.
¡Que se levante Dios y se dispersen sus enemigos!