Poco que celebrar… pero ¡Feliz Año Nuevo!
Deberíamos tener las banderas a media asta, por lo menos hasta que se nos olvidasen las imágenes de principios de la pandemia con aquellas naves llenas de ataúdes. Lo que hemos visto y seguimos viviendo es increíble; si no lo hubiesen dicho en el 18, nadie lo hubiese creído – es de tal envergadura este drama de muertes diarias – que solo los humanos a través de la evolución, hemos conseguido esta capacidad de adaptarnos a todo – incluido al horror de una pandemia que se nos enquista de forma que esperemos no se haga crónica.
Bien, acostumbrados que os tengo a mi enfermizo optimismo, sirva este mal rato que os acabo de dar, como luto obligado al recuerdo de los fallecidos, entre ellos a Jesús Altamirano que hoy cumpliría años.
Esta capacidad de adaptación evolutiva de la que hablo (que me corrija el antropólogo Joaquín Aragón), también nos ha llevado a soportar de forma mansa, inútil, dañina, gilipolla y mucho más .. al sistema político administrativo que hemos creado desde que padecemos la democracia. NO voy a hablar de la izquierda, hablo de todos, de la derechona inútil de este país, de los nuevos salvadores patriotas, que lo primero que han hecho es comprarse un casoplón en Conde Orgáz y casarse llegando al acto en Rolls. Soportamos tener en las cortes vacilando a diario, a maleducados que no aportan absolutamente nada a nadie, y a herederos de lo más sucio que ha existido en nuestro país.
Hemos soportado estoicamente, que desde que la UCD llegó al gobierno y pagó los favores – a los que avalaron el préstamo que pidieron para pagar la campaña – con puestos medio inventados (primeros chiringuitos), todos los demás que han entrado, no solo han utilizado esos carguitos para los suyos, sino que cada vez que entra el siguiente, se crean más y más chiringuitos de funciones inútiles y sobredimensionadas para justificarlos.
Todos tragando, calladitos.
Ellos cada vez con salarios más altos, sueldos de por vida, beneficios sociales, tropecientos asesores elegidos a dedo, coches oficiales, …. encima les pagamos dietas y les ponemos un bar en Las Cortes donde pagan el gin&tonic a 4 € , ¿tragamos, o no tragamos calladitos?.
No sueño a esta altura con que aparezca un partido que de verdad se llame «todos a la puta calle y empezamos de cero»
Lo que no perdono es la postura de la clase política actual, que aprovecha las muertes para agredir políticamente al contrario – sin mostrar el más mínimo respeto a los muertos -, con la única finalidad de llenar sus egos narcisistas .. fotos, entrevistas, medallas … y todos nosotros tragando.
Os deseo lo mejor para este nuevo año, que esperemos que todas las cepas que vengan nuevas a partir de ahora, sean de viñas.
¡Feliz Año 2023!