Los Países Bajos finalmente obtendrán el gobierno de derecha por el que votó su pueblo , y algunos de los controles fronterizos más estrictos del mundo occidental después de que el veterano líder identitario Geert Wilders consiguiera el acuerdo de los socios de la coalición para formar un gabinete.

Geert Wilders, que ha vivido bajo estricta protección policial las 24 horas del día desde 2004 por amenazas a su vida por parte de islamistas, elogió el éxito de las negociaciones de meses entre cuatro partidos de derecha en los Países Bajos para formar un nuevo gobierno. “El sol volverá a brillar en los Países Bajos… Los Países Bajos volverán a ser nuestros”, dijo para celebrar el acontecimiento. Los documentos fueron presentados al rey holandés el jueves por la tarde.

Wilders llevó a su partido a convertirse en el más grande de los Países Bajos en un cambio sin precedentes en las elecciones nacionales de noviembre pasado, en un resultado que envió al establishment de centro y a la izquierda a una caída en picada de desesperación , pero no alcanzaron los suficientes escaños para gobernar solos.

Inmediatamente inició negociaciones con otros tres partidos de derecha, pero las opiniones divergentes sobre los hechos políticos de la vida hicieron que las conversaciones fracasaran varias veces y la preocupación de que los intentos de formar un gobierno (y mantener fuera al ala izquierda) pudieran fracasar.

Ahora los cuatro partidos han acordado un importante acuerdo provisional de 26 páginas titulado “Esperanza, coraje y orgullo”, y comenzará la tarea de formar un gobierno y elegir el gabinete. Éste ya es uno de los principales compromisos asumidos por el veterano político holandés Geert Wilders, pues después de tanto tiempo en el desierto y ahora al mando del partido más grande del país, ha tenido que renunciar a la oportunidad de convertirse él mismo en Primer Ministro para mantener la coalición.

Sorprendentemente, para superar este punto muerto y hacer que el acuerdo sea justo para los cuatro partidos, ninguno de ellos enviará a sus propios políticos al gobierno. Parece que los puestos ministeriales y el cargo de Primer Ministro estarán ocupados por ‘tecnócratas’ (no políticos y típicamente académicos y economistas) que implementarían el programa de gobierno dictado por los cuatro.

Wilders ha prometido una reforma importante en materia de inmigración, un área prioritaria para su partido y para otros miembros de la coalición, y el documento provisional de 26 páginas deja claro el enorme alcance del cambio previsto en el sistema migratorio, con una larga lista de cambios planificados . Al sentar las bases para un programa que podría hacer que cualquier conservador a favor del control fronterizo sienta envidia, el documento afirma en su preámbulo:

… Los Países Bajos son uno de los países más densamente poblados de Europa, con un crecimiento demográfico rápido y persistente causado por la migración, que ejerce presión sobre la vivienda, la atención, la educación y los recursos financieros, y sobre la cohesión social en nuestro país… Se están tomando medidas concretas. hacia el régimen de admisión de asilo más estricto y el paquete de medidas de control de la migración más completo que jamás haya existido. Todo el sistema de asilo y migración está siendo reformado…

Con este “régimen más estricto jamás visto” y todo el sistema migratorio reconstruido desde cero, las condiciones para aquellos inmigrantes y solicitantes de asilo que realmente califican para quedarse mejorarán considerablemente, dicen los socios de la coalición. Para lograrlo, el gobierno anunciará una “crisis de asilo”, permitiendo el uso de poderes especiales durante dos años, incluida la suspensión del procesamiento de solicitudes de asilo, lo que llaman una “congelación de decisiones de asilo”, y la deportación de inmigrantes sin permisos de residencia, mediante fuerza si es necesario.

Los Países Bajos disuadirán a los recién llegados, dice el gobierno entrante, al tener las “reglas de admisión más estrictas de Europa”, al alojar a los recién llegados en las “instalaciones más austeras posibles” y al deportar inmediatamente a los inmigrantes que se encuentren tratando de cruzar la frontera sin permiso o sin permiso. los papeles al otro lado.

Administrativamente, la ley cambiaría la actual carga de la prueba requerida al decidir las solicitudes de migración, de modo que los solicitantes de asilo tienen que demostrar que tienen derecho a estar en el país, en lugar de esperar que el Estado tenga que demostrar que no lo tienen. El proceso de apelación se truncará y se cambiarán las reglas para deportar más rápidamente a los “molestos”, los “extranjeros criminales” y los inmigrantes “indeseables”. Habrá “medidas estrictas contra la violencia y las molestias” por parte de los solicitantes de asilo que actúen contra mujeres, personas LGBT y cristianos, dijeron.

Sin embargo, los solicitantes de asilo son sólo una pequeña parte del rompecabezas y, al igual que muchos otros estados europeos ( como el Reino Unido ), quedan eclipsados ​​por la migración legal, permitida por reglas laxas introducidas por gobiernos globalistas y de fronteras abiertas. Esto se abordaría con medidas enérgicas contra la migración con visas de trabajo, aumentando los requisitos para que los empleadores no contraten para trabajos de baja calidad y responsabilizando a los empleados de que los trabajadores inmigrantes aprendan holandés con un alto nivel.

Se planean medidas similares contra el uso indebido de visas de educación y la migración familiar o “en cadena” para reducir las llegadas en general.

También se incluyen en la parte del documento sobre control fronterizo políticas para proteger la cultura holandesa, más allá del fortalecimiento de los requisitos del idioma holandés.

También en el punto de mira del gobierno entrante están las exigencias de que los extranjeros que quieran la ciudadanía holandesa tengan que renunciar a su ciudadanía anterior, las restricciones a las “llamadas de oración amplificadas” (como las que se emiten desde las mezquitas) y los crímenes de honor importados como la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado.

Si bien los cuatro socios están de acuerdo en abordar la inmigración en un grado u otro, la influencia de los otros partidos de la coalición es quizás más clara en el resto de la amplia selección de áreas políticas del documento. El segundo partido más grande de la coalición es el conservador de centro derecha VVD, el partido del Primer Ministro saliente y principal globalista Mark Rutte. El partido ya ha mostrado su voluntad de ir más allá de la era Rutte y del rechazo previo de la idea de trabajar con Wilders en el gobierno.

El tercer partido más grande es el NSC, un partido de centro derecha de enfoque limitado que hace campaña para mejorar la calidad de la política y la gobernanza en los Países Bajos, así como para promover una moneda sólida y reducir la migración masiva. Crítico del neoliberalismo y fuertemente antisistema, el NSC quiere ver una reforma política generalizada para hacer que los Países Bajos sean más democráticos, abiertos y centrados en una sociedad saludable.

El socio menor de la coalición es quizás el más destacable, dado que ha pasado de ser fundado a entrar en el gobierno en sólo un año . El movimiento agrícola BBB se creó en respuesta directa a la agresiva implementación por parte del primer ministro saliente, Mark Rutte , de las directivas verdes de la Unión Europea, que amenazaban con enviar una bola de demolición a la agricultura holandesa en aras de los objetivos ambientales.

Las prioridades gubernamentales asignadas a cada uno son claras. Para BBB, el documento del gobierno declara: “Nuestros agricultores, jardineros y pescadores deben ser apreciados, porque son importantes para nuestro suministro de alimentos y el paisaje cultural holandés, y son una parte inseparable de nuestra cultura holandesa”. Cancelando las políticas anti-agrícolas del antiguo gobierno, la coalición anuncia “No habrá reducción forzosa de la población ganadera ni expropiación forzosa”.

Se rechazan otras áreas de la política verde, incluida la cancelación de la controvertida próxima prohibición de utilizar calderas domésticas para calefacción, la exigencia de que se construyan nuevas turbinas eólicas en el mar en lugar de en tierra, y la creación de una nueva generación de centrales nucleares para garantizar la seguridad energética y la abundancia. suministro hacia el futuro.

El acuerdo promete mantener “a los holandeses seguros a través de un enfoque sólido contra el crimen y el terrorismo”, al tiempo que señala que “nuestro Estado constitucional democrático está amenazado por el terrorismo islámico y directamente socavado por el crimen organizado”. En política, se discute una reforma importante del sistema electoral, que llevaría a los Países Bajos de un sistema de listas de partidos de estilo europeo a un modelo de circunscripción representativa de tipo anglo, donde los votantes pueden seleccionar a un individuo para representar su área, no sólo un partido.

Esta concesión al NSC fortalecería “el vínculo regional entre los votantes y los funcionarios electos” y daría “más voz” a los ciudadanos, se dijo.

Otras áreas políticas importantes incluyen el aumento de la construcción de viviendas para abordar la escasez, la reforma de la educación, incluida la garantía de que “los métodos de enseñanza deben demostrar ser efectivos y políticamente neutrales”, la seguridad pública y la economía.

Si bien han pasado casi seis meses de conversaciones desde las elecciones (aunque ésta no es ni por un margen considerable la negociación de coalición postelectoral más larga en la historia holandesa), aún queda camino por recorrer. Hay que elegir el gabinete y el primer ministro, y como afirma el líder del NSC, Pieter Omtzigt, esto probablemente será otro obstáculo. Dijo: “Eso sigue siendo crucial. Si quieres que un gobierno tenga éxito, necesitas un primer ministro que una”.

Pero el hombre que será el líder de facto, Geert Wilders, es optimista. “Tenemos un acuerdo de negociación, así que es una muy buena noticia”, dijo el miércoles por la noche antes de que las cuatro partes firmaran el documento acordado por sus representantes en la sala de negociaciones, y remarcó: “Espero que lleguemos allí. Creo que llegaremos allí. No veo que vaya mal”.

Si bien los miembros de la coalición están claramente satisfechos, los partidos de la oposición están (obviamente) descontentos y han criticado rotundamente el intento de formar gobierno. Como informa la emisora ​​holandesa NOS, la centrista Unión Cristiana acusa el documento de estar construido sobre “cimientos inestables y muchas ilusiones” y lo critica por hacer que los Países Bajos sean menos generosos con los demás. Frans Timmermans, el veterano eurócrata que regresó a la política holandesa para estas elecciones con la intención de convertirse él mismo en Primer Ministro, obviamente también se mostró pesimista respecto del periódico, calificándolo de “desastroso”.

Los Países Bajos son uno de los únicos países de Europa hasta el momento con un partido político dedicado a los musulmanes, Denk (“Pensar”), quien dijo que era un “día oscuro” para ver a la “extrema derecha” acercarse al gobierno. Palabras fuertes, tal vez, pero no tanto como las de un responsable de prensa del partido Denk que fue captado por la cámara la noche de las elecciones del año pasado comparando los resultados con los del 11 de septiembre.

También hay indicios tempranos de que el gobierno entrante enfrentará los mismos problemas que encontró el Reino Unido en sus esfuerzos por controlar sus fronteras, es decir, los abogados de asilo.

Los planes para reforzar los controles son contrarios a la legislación holandesa existente y a las obligaciones del país con los tratados internacionales, según se informa, advirtieron, afirmando que están seguros de que las políticas “no se mantendrán en los tribunales”, afirma la Asociación de Abogados de Asilo y Abogados de Los países bajos.

Por supuesto, estos problemas pueden superarse; Australia lo demostró hace mucho tiempo con la Operación Fronteras Soberanas. Pero requiere algo de fortaleza y determinación, como ha descubierto a su costa el gobierno británico .