¿Alojarte en un hotel o en un apartamento? Ventajas y desventajas
A todos nos encanta tener algunos días de vacaciones y disfrutar de un momento de calma de vez en cuando. Siempre es importante planificar dónde queremos ir, qué actividades vamos a realizar y qué nos hace falta para nuestro destino. Pero casi lo más importante es conocer el alojamiento con antelación.
Hoy queremos presentar una comparativa entre hospedarnos en un apartamento y hacerlo en un hotel, presentando las ventajas y desventajas de cada uno. Por supuesto, dependerá de tus necesidades y preferencias, pero al menos dejaremos algunos puntos claros.
Qué supone alojarte en un apartamento
Ventajas
– Estarás como en casa. Sin duda, uno de los aspectos más positivos de un apartamento es la comodidad de un espacio tan personal.
– Un alojamiento económico. Más allá de las características de cada uno, suele ser barato alquilar un apartamento en función de las habitaciones que tenga.
– Tendrás cocina propia. Comer fuera es uno de los placeres de las vacaciones, pero también supone un gasto importante. Una cocina disponible te aportará esa versatilidad.
– Acceso a diferentes extras. Hay tantas opciones como imagines: para mascotas, con vistas, que haya piscina, con terraza…
– Espacio abierto a visitas. Si tus amigos veranean cerca, podrás decirles que se pasen a tomar algo al salón o la terraza.
Desventajas
– Tendrás que limpiar un poco. La autonomía y privacidad de un apartamento supone que seas tú quien tenga que pasar la escoba y recoger la cocina.
– Contacto directo con los vecinos. En un hotel, si tienes problemas con otras habitaciones será tan fácil como descolgar el teléfono y llamar a recepción. Aquí no es tan sencillo.
– Tendrás que llevar algunas cosas. Cada apartamento ofrece unas facilidades: sábanas, toallas, utensilios de cocina… Lo demás, te toca a ti llevarlo.
– Recoger y entregar las llaves. El sistema de check-in y check-out de un hotel se hace muy rápido; algo más engorroso en un apartamento.
Qué supone alojarte en un hotel
Ventajas
– Todo por delante. Llegarás a tu destino y tu único objetivo será disfrutar. Nada de limpiar, cocinar ni realizar cualquier tarea doméstica.
– A una llamada de cualquier necesidad. Si te falta una manta o quieres una almohada más dura, en la recepción podrán ayudarte en todo momento.
– Servicio de habitaciones. Si no te apetece salir a cenar, siempre puedes llamar y que te traigan algo apetitoso del menú a tu propia habitación.
– Servicio de guía turística. En la misma recepción, los trabajadores del hotel podrán recomendarte visitas y atracciones de la ciudad.
– Elementos de higiene. La mayoría de los hoteles reponen los geles, toallas o incluso cepillos de dientes con cada huésped.
Desventajas
– Falta de privacidad. Puede que te molesten los huéspedes cercanos en sus habitaciones o al caminar por el pasillo a altas horas.
Pocas opciones para grupos. Si sois más de tres personas, no podréis alojaros en la misma habitación.
– Sándwiches y poco más. Si no quieres gastar demasiado dinero en restaurantes, no tendrás muchas más opciones que un poco de pan y algo entre medio.
– Falta de espacio. Si te vas más de un par de días de vacaciones y llevas material contigo (tabla de surf, esquís, bicicleta…) no vas a tener mucha libertad de movimientos; aunque siempre puedes encontrar un trastero en Málaga para guardar lo que necesites.