Manuel Gavira.

AD.- Sus rasgos ladinos acaso sirvan para justificar algunas de sus iniciativas en el Parlamento andaluz. Pareciera que no le da la vida que Andalucía recorte distancias con las regiones económicamente más pujantes, ni que por fin se esté echando doble cerrojo a cuarenta años de latrocinio socialista al más alto nivel. Ha hecho pinza con el PSOE para dificultar la tarea política a Juanma Moreno, con la vista puesta en un adelanto electoral que haga menos visible la inquietante pérdida de apoyos que empieza a sufrir el partido verde. Hablamos del granadino Manuel Gavira, el sustituto de Alejandro Hernández al frente de Vox en el parlamento regional.

Manuel Gavira tenía previsto acudir a Málaga este jueves para reunirse con los vecinos de la Vega Mestanza que se oponen a la construcción de una depuradora. Finalmente no acudió, sin explicar por quçe. No hace falta. Nosotros se lo contamos. Con más miedo que siete viejas, lo que temía Gavira era encontrarse con los miembros de la Plataforma Antigestora de Vox Málaga que sí acudieron a su cita con los vecinos. La protesta del 30 de julio frente a la sede provincial de Vox, con presencia policial incluida, pesa como una losa en el ánimo de unos dirigentes que, hasta donde vamos conociendo, no se caracterizan por su valor.

Gavira no quiso vérselas con los indignados plataformistas, ni escuchar en boca de estos los reproches al trato lacerante que inflige la dirección de Vox a sus afiliados. A tenor de tan evidente prueba de raquítico valor, a uno le entra la risa tonta al imaginar a estos pellas haciendo frente a los yihadistas. ¿Se imaginan al cojo de Alhaurín o a Guerrera ‘la peluquera’ jugándosela con los islamistas radicales como nos la jugamos en esta casa?  ¿Cómo piensan estos cobardes defender España de sus potenciales enemigos si no se atreven a acudir a una reunión con su propia gente por temor a los críticos?

Pepi Soto y el fotógrafo furtivo

Pepi Soto, a la izquierda; a la derecha, el fotógrafo furtivo.

Quien sí hizo acto de presencia el jueves en Vega Mestanza fue Pepi Soto. Pese a tener nombre de bailaora, ejerce de secretaria del presidente de la Gestora-okupa, Antonio Sevilla. Pepi Soto y un acompañante protagonizaron el momento chusco de la jornada, tras ser pillados in fraganti lanzando fotos a miembros de la Plataforma Antigestora.

Mateo Moya, ex agente de la Benemérita y uno de los héroes que entraron en el zulo de Ortega Lara para liberarlo, al percatarse de la presencia de los fotógrafos furtivos, se acercó a ellos para pedirles explicaciones. No hubo tal porque tanto Pepi Soto como el maromo que la acompañaba emprendieron la huida como alma que lleva el diablo.

¿Es esta la imagen trapacera de la Gestora-okupa de Vox Málaga que conviene a Santiago Abascal?

La campaña de recogida de material escolar, un nuevo fracaso

Tres prendas, tres: Gema Carrillo, Patricia Rueda y Antonio Sevilla.

Así las cosas, no es extraño que la campaña de la Gestora-okupa para la recogida de material escolar se salde con otro estrepitoso fracaso. Tanto la población malagueña como las bases han dado la espalda a esta iniciativa posturera. El problema para los dirigentes de la Gestora-okupa es que ya pueden engañar a muy pocos. Hay que echarle mucha imaginación para atribuir inquietudes sociales a esta gente. Y es por ello lógico que hayan tenido ellos mismos que adquirir buena parte del material escolar para darle una cierta apariencia de éxito a la farsa benefactora.

Como muestra, otro botón: abrieron una cuenta bancaria para recaudar fondos destinados a la citada campaña y las aportaciones externas no han alcanzado los 20 eutos.

La hecatombe en ciernes

Look heavy: Este que ven en primer plano es Antonio Alcázar (sin comentarios)

Con la militancia cada día más distanciada de la Gestora-okupa, es razonable dar patente de verosimilitud a encuestas internas del PP que apuntan al desplome de Vox en las elecciones municipales de 2023. Los populares malagueños dan por hecho que Vox tendrá dificultades para retener uno solo de los 8 concejales que ahora tiene en toda la provincia.

Por si fuera poco, en Benalmádena ya hay militantes dispuetos a hacer campaña contra la candidatura local de Vox si Gema Carrillo encabeza la lista. Lo mismo ocurrirá en Málaga con el alcaldable Antonio Alcázar, que tiene las mismas posibilidades de ser concejal que Juan Herrera de ganar la maratón de Londres.

El problema para la dirección provincial de Vox es que los afiliados quieren saldar cuentas en las elecciones autonómicas y locales. Ven en sendos comicios la oportunidad de hacer limpieza y reconstruir un proyecto en el que un día se embarcaron llenos de ilusión.

Lo natural cuando se engaña y maltrata tanto a tus propias bases.