Antonio Sevilla, Patricia Rueda y Javier Ortega Smith, dirigentes de Vox / VOX MÁLAGA

El pasado 13 de abril, Vox Málaga anunció a bombo y platillo que se había registrado un incremento de cerca de 200 nuevas afiliaciones desde que se constituyó el pasado mes de enero la Comisión Gestora Provincial (COGEP), presidida por Antonio Sevilla, concejal de la formación en el Ayuntamiento de Torremolinos.

“Este aumento de más de un 15 por ciento mensual en el número de afiliaciones responde al proyecto de implantación territorial de la formación en la provincia”, señadieron en un comunicado, añadiendo que el número de afiliados supera los 2.700.

“Estamos muy satisfechos con la respuesta de los ciudadanos ante nuestro proyecto político, y les agradecemos enormemente su confianza y apoyo. Este incremento en el número de afiliaciones nos anima a seguir luchando y trabajando en defensa de los intereses de los malagueños, pero también nos obliga, por nuestro sentido de la responsabilidad y el deber, a poner especial atención para no defraudarles”, manifestó el líder-títere de la Gestora, Antonio Sevilla, en un comunicado.

Ocurre que las mentiras tienen las patas muy cortas. Tras la concentración del viernes de unos cuarenta miembros de la Plataforma Antigestora frente a la sede del partido, un representante de la Gestora informó al diario Sur que el número de militantes alcanzaba la cifra de 2000. De acuerdo a estos datos oficiales, Vox ha perdido la friolera de 700 militantes en Málaga en menos de cuatro meses.

El descontento de los afiliados crece de manera proporcional a las ridículas notas triunfalistas de la gestora. Solo hay que sumergirse en los grupos de WhatsApp y en las críticas que reciben a diario unos dirigentes provinciales que ya evitan sin ambages el contacto con los militantes. Puede decirse que la militancia y los cargos transitan en Vox Málaga por caminos diferentes. Se vio el pasado viernes frente a la sede provincial de Vox, donde se produjo el hecho insólito de la salida de la diputada nacional Patricia Rueda protegida por la policía de sus propios compañeros de partido.

Hay sobre todo un indicador que refleja la crisis monumental que el partido verde vive en la provincia malagueña. Nuestras fuentes habituales nos confirman que casi un millar de militantes de Vox Málaga han dejado de pagar sus cuotas. Se teme que la cifra de deudores, que ya representaría a la mitad de la militancia, se incremente en los próximos meses si no se pone fin a una situación calificada de anómala de forma abrumadoramente mayoritaria. Pese a que los estatutos del partido son muy claros a la hora de establecer la revocación de la militancia al alcanzarse los tres meses de impagos, la Gestora ha decidido dejar sin efecto el citado artículo estatutario y que el millar de deudores no causen baja.

Así las cosas, no es extraño que aumente cada día el número de críticos que quieren dar batalla a la dirección provincial con un arsenal de iniciativas orientadas a llamar la atención acerca del estado comatoso de Vox en Málaga.

Tras el éxito de la concentración del viernes de la Plataforma Antigestora, ya se prepara un arsenal de actuaciones igual de llamativas para después de las vacaciones estivales.