Sonia Crespo y Antonio Gallego.

VOX Málaga cuenta desde hoy con una nueva baja. Se trata de Antonio Gallego Hernández, marido de Sonia Crespo, la todopoderosa jefe de prensa del partido verde en la provincia malagueña.

En una carta enviada a la dirección nacional denuncia “la humillante y vergonzosa situación que los afiliados de VOX Málaga llevamos sufriendo meses”.

“No voy a apoyar ni colaborar económicamente y menos prestar mi prestigio personal y profesional a un COGEP débil, ineficiente y plagado de cargos y más cargos cuya única preocupación es hacerse fotos y procurarse un beneficio personal”, añade.

“Este no es el proyecto serio, sensato y comprometido con España por el que me afilié. VOX Málaga NO encarna, ni de lejos, ninguna de estas características”, apostilla.

Casi la mitad de los afiliados han dejado de pagar sus cuotas

La Gestora de Vox Málaga sigue ahondando en la herida del partido. El goteo de bajas empieza a convertirse en desbordante riada ante el desdén de la dirección nacional de Vox. Pocos entienden que Bambú (sede nacional del partido verde) siga sin poner freno a la gestión de Patricia Rueda como líder en la sombra y que incluso la promueva como posible candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Son legión los potenciales votantes de Vox en Andalucía que acudirán a las urnas en la siguiente encrucijada: si se trata de elegir a la persona más idónea para defender los intereses del partido en Andalucía, cómo votar a quien tiene su propia casa patas arriba. La imagen de Patricia Rueda abroncada en los mítines que el partido celebre en Málaga, tampoco proyectaría la imagen de unidad que se pretende dar en Andalucía. Si la insensatez se consuma, ya advertimos que la sangría de votos está asegurada.

El descontento de los afiliados crece de manera proporcional a las ridículas notas triunfalistas de la gestora. Solo hay que sumergirse en los grupos de WhatsApp y en las críticas que reciben a diario unos dirigentes provinciales que ya evitan sin ambages el contacto con los militantes. Puede decirse que la militancia y los cargos transitan en Vox Málaga por caminos diferentes. Se vio el pasado viernes en Benalmádena, con la asistencia de un centenar de militantes a la presentación de la Plataforma Antigestora, en medio de un clima de absoluta hostilidad contra la Gestora.

Hay sobre todo un indicador que refleja la crisis monumental que el partido verde vive en la provincia. Nuestras fuentes habituales en la dirección nacional nos confirman que casi un millar de militantes de Vox Málaga han dejado de pagar sus cuotas. Se teme que la cifra de deudores, que ya representaría a casi la mitad de la militancia, se incremente en los próximos meses si no se pone fin a una situación calificada de anómala de forma abrumadoramente mayoritaria.