Mucho se ha hablado de la gestión de la pandemia por parte de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. El éxito de su ecuación salud-economía ha sido estudiado y aplaudido, no solo en las urnas el pasado 8M, también más allá de nuestras fronteras.

No ha sucedido lo mismo con el Gobierno de España. A lo largo de los meses de pandemia han sido numerosas las propuestas de la presidenta madrileña criticadas en un primer momento por el Ejecutivo y que más pronto que tarde han terminando asumiendo, dejando en evidencia unos desconcertantes giros de guión de Sánchez.

En las últimas horas Díaz Ayuso le ganaba un nuevo pulso al Gobierno, al paralizar la justicia las restricciones impuestas para la capital por parte de Sanidad relacionadas con el ocio nocturno, la hostelería y los eventos multitudinarios. De esta manera queda sin efecto la norma que obligaba a dejar de servir en las terrazas a las doce de la noche y a cerrar la hostelería a la una de la madrugada.

En el recurso, el Gobierno madrileño aseguraba que la orden ministerial suponía una “invasión de competencias”, ya que es la Comunidad de Madrid quien “ostenta la competencia para la adopción de medidas especiales en materia de salud pública”.

CARTILLA COVID

Otro triunfo de la presidenta madrileña ha sido el certificado covid digital de la Unión Europea, que será oficial desde el próximo 1 de julio en todo el territorio comunitario, y que ya propuso en el mes de julio pasado bajo el nombre ‘cartilla Covid’.

PERMITIR A LAS EMPRESAS VACUNAR A TRAVÉS DE LAS MUTUAS

Se suma el ‘volantazo’ que conocíamos cuando el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá reconocía que el Gobierno permitiría que las empresas puedan vacunar a través de las mutuas, tal y como había sugerido horas antes Isabel Díaz Ayuso.

Sanidad dejaba claro entonces que no contemplaba la medida y volvía a defender la estrategia de compra centralizada en la UE.

Sin embargo Ayuso pronosticaba, “acabará sucediendo”, sin aventurar por otro lado que este nuevo cambio de rumbo se daría con tanta celeridad.

CIERRE DE LOS COLEGIOS EN MARZO DE 2020

Fue el comienzo de la disparidad de criterios entre gobierno central y autonómico en pandemia. Entonces, cuando no nos imaginábamos la que estaba por venir, Ayuso, a tenor de los datos con los hospitales regionales que se encontraban al límite y ante la incidencia de la covid en China y en países de nuestro entorno, tomó la decisión de cerrar los colegios en toda la Comunidad con el fin de evitar la expansión del coronavirus en la región, una medida que el Ministerio de Sanidad “intentó frenar”.

Madrid fue pese a todo, pionera en España, y aunque muchos no comprendieran la medida, ese día le sacó los colores a Sánchez, ya que pocos días después las comunidades comenzaban a cerrar su actividad lectiva en cascada.

PCR EN BARAJAS

En las puertas del verano de 2020, en el mes de junio, Ayuso pedía a Sánchez un ‘plan Barajas’, con la realización de una PCR negativa a los viajeros 72 horas antes de la llegada al aeropuerto, al igual que ya hacían muchos países de nuestro entorno. Una petición que el Gobierno desoyó pese a que el aeropuerto madrileño se prometía como un auténtico “coladero” para el virus.

Ayuso se lo dejaba claro a Sánchez en una misiva enviada a Moncloa . “Te ruego que establezcas controles de llegada rigurosos en los vuelos entre Madrid y otros destinos de alto riesgo, sin descartar la posibilidad de un anularlos si un agravamiento de la situación lo requiriera”.

La presidenta le recordaba además a Sánchez que Barajas había sido la entrada del virus a la Comunidad, y le insistía en que no tomar decisiones “supondría regresar al punto de partida”.

La propuesta de Ayuso no solo cayó en saco roto, sino que fue duramente criticada desde las filas socialistas. “No debe mandar ninguna carta al presidente del Gobierno. Lo que tiene que hacer Ayuso es informarse y preocuparse de las decisiones del Gobierno de España dando garantías a todos los turistas”.

Varios ministros, incluso Fernando Simón defendieron también que no era conveniente obligar a que los viajeros a presentar estas pruebas a su llegada a España. “Es inviable”, alegaban.

Una vez pasado el verano, ya en noviembre, el Ejecutivo cambiaba de opinión, reconocía que la presidenta madrileña tenía razón e imponía PCR a todos los viajeros que llegaran a través del aeropuerto de la capital.

TEST DE ANTÍGENOS EN LAS FARMACIAS

Nueva batalla entre Comunidad y Gobierno central, en esta ocasión a cuenta de la realización de los test rápidos de antígenos en las farmacias. Sanidad se oponía a autorizar a estos establecimientos a realizar las pruebas como demandaba el Gobierno regional de cara a diagnosticar a todos los madrileños antes de los viajes de Navidad.

Sanidad discrepaba de esta fórmula al considerar que daban una “falsa seguridad” de cara a los reencuentros familiares.

Finalmente, tres meses después, el entonces titular de Sanidad, Salvador Illa, daba el visto bueno para que las farmacias pudieran convertirse en lugares seguros para la realización de test , un plan que avalaba la propia Unión Europea, que también había solicitado la Generalitat de Cataluña y que incluso llegó a enmarcar en la estrategia de la Consejería de Sanidad de detección precoz de la Covid-19.

IVA MASCARILLAS; DEL 21 AL 4%

La polémica estaba más que justificada. Era incomprensible que un producto de primera necesidad estuviera cargado con un 21% de IVA. Finalmente el pasado mes de noviembre, el Gobierno anunciaba su bajada al 4% en la venta al público, una medida defendida a capa y espada desde el primer momento por la presidenta regional.

CIERRES PERIMETRALES LOS PUENTES

Precisamente otro desencuento entre administraciones llegaba de la mano de los cierres perimetrales puntuales en los puentes y de las restricciones por zonas básicas de salud que proponía Ayuso -que siempre se ha mostrado en contra de los cierres perimetrales al considerar que no había datos que avalaran su eficacia a nivel epidemiológico y por seruna limitación de derechos para los ciudadanos.

En un primer momento la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, veía “muy lamentable” que Ayuso quisiera cerrar Madrid solo los días de puente, si bien poco después Sanidad daba un giro de guión y terminaba admitiendo que ‘entendía como adecuada’ esta opción a la que daba luz verde.