Susana Díaz y Santiago Abascal.

Juan Pardo.- Los socialistas siempre han tenido buenos estrategas en logística aplicada a los resultados de las urnas.

Acaudillarse en la poltrona del Gobierno del Reino de España, con 120 diputados, no es tarea fácil. También es cierto que si antes política era sinónimo de mentira; ahora, también. El aparato socialista, en todas las elecciones, parte con un alto porcentaje de votos producto de su clientelismo e incluso de sus marrullerías. Pero, al final, son votos que suman.

Iván Redondo es menos inteligente que Tezanos. Ambos son los gurús electorales del PSOE. Si Pedro Sánchez tiene más de 1.200 asesores contratados a dedo, la mayor cifra de la democracia, con la única tarea de oír, ver y callar,  Tezanos cuenta con más de 300 sociólogos con títulos universitarios de la Complutense, con rúbrica espesa de la catedrática extraordinaria, Begoña Gómez de La Moncloa. El único cometido es esperar a que cada mes, el gurú les proporciones los porcentajes para confeccionar el gráfico de la supuesta encuesta. Hay medios que no son socialistas y esperan como agua de mayo a que les envíen el rosco repleto de mentiras y falsedades para incluirlo en portada. Está justificado: o lo publicas las encuestas- trampas del CIS o yo, que hago los baremos que justifican las subvenciones, te paso a la página de notas necrológicas.

El autor del artículo, Juan Pardo.

El gurú oficial del PSOE tiene más de 300 ojeadores mal distribuidos, pero muy generosos con el dinero del contribuyente. Todos recordamos aquel duelo entre Esperanza Aguirre y Manuela Carmena por la Alcaldía de Madrid. Aguirre colocó a Santiago Abascal, por amistad con su padre, en la agencia de Protección de Datos, hasta que llegó a oídos de Rajoy que se había “llevado” más de 500.000 euros y que el sueldo de Abascal era superior al de dos ministros. Ni corto ni perezoso se presentó, personalmente, en dicha agencia y la cerró.

Llegaron las elecciones y Abascal hizo pública la concurrencia de VOX; Esperanza Aguirre trató de disuadirle con un argumento de peso: en las elecciones municipales, un voto puede cambiar el signo político de la Alcaldía. No le hizo ni caso. Resultado: Vox, 9843 votos; PP, 563.292; o sea con 4.000 votos, más el PP hubiese sacado un concejal más y Podemos uno menos. O lo que es igual, Carmena nunca hubiese sido alcaldesa de Madrid. Toma posesión del PSOE Iván Redondo y lo primero que hizo fue fichar a Abascal por medio de Ortega Smith. El PSOE promocionaba las campañas de Vox y a su cúpula. El objetivo no era otro que restar votos al PP.

Hubo momentos en los que al PSOE le hizo falta la abstención de Vox y estos, por más dinero, se abstuvieron aduciendo que era “por el bien de España”. Esto es lo que con toda  probabilidad pasará en Andalucía, después de las primarias socialistas. La moción de censura está cantada, con Susana Díaz de presidenta y luego Juan Espadas, favorito en las primarias.

En unas elecciones con los socialistas al frente de la Junta, las opciones del PP serán mínimas. Ni siquiera sería la fuerza política más votada. Hoy sin embargo tendría mayoría absoluta, que es lo que tratan de evitar PSOE y Vox.  Juanma Moreno está atado de pies y manos por Vox, hoy más que nunca, la marca blanca del PSOE.

En una próxima entrega desgranaremos los puntos del acuerdo entre el PSOE y Vox para la moción de censura en ciernes.

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