Enrique de Vivero

AD.- Durante meses, Enrique de Vivero y ALERTA DIGITAL tomaron el mismo camino. Tras las elecciones internas de Vox Málaga, los caminos se bifurcaron… ¡hasta hoy! La candidatura alternativa del ex coronel de La Legión Enrique de Vivero se impuso en las primarias del partido verde en la provincia, y un mes después dimitió de su cargo de presidente electo tras su no ratificación por parte de la dirección nacional. ALERTA DIGITAL, es justo admitirlo, le dedicó feroces críticas. Hoy nos atiende sin agravios ni rencores. Si tal hubiera hecho tras las elecciones internas en las que contra todo pronóstico se impuso, quizás la crónica de Vox en Málaga sería hoy bien distinta.

Hay dos formas de encarar la existencia: o vivir en permanente afrenta al pasado o mirar al futuro. Enrique de Vivero ha elegido esta segunda opción. Y lo ha hecho con bonhomía y elegancia, atendiendo al medio por el que se sintió duramente maltratado, si justa o injustamente deberían ser otros los que lo digan.

Enrique de Vivero comparece ante los lectores de ALERTA DIGITAL como presidente de TÚpatria en Málaga y subsecretario nacional de Defensa. Sus respuestas, claras y rotundas, son el fiel reflejo de una postura crítica ante la situación actual de su ex partido, que acaso pueda considerarse contra corriente y no políticamente correctas, pero que se halla íntimamente vinculada con la deriva de Vox que recogen ya todas las encuestas.

Ello y el incesante drama que sienten y perciben cada vez más españoles con relación a la degradada vida social, económica, moral y política de la nación, constituyen los principales ejes de la entrevista a Enrique de Vivero.

– ¿Cómo fue lo de volver a la política activa después de conocer su cara más amarga?

Con mucha ilusión de poner en marcha un nuevo proyecto, con personas que te valoran y te respaldan en las decisiones.

La cara amarga fue darme cuenta demasiado tarde de que no contaba con el apoyo y el respaldo de la dirección nacional de Vox. Al contrario, creo que desde el principio fuimos una piedra en el zapato del comité nacional de Vox.

– En lo que se refiere a experiencias vividas en ambos partidos, ¿qué diferencias sustanciales destacaría entre Vox y TÚpatria

En cuanto a su ideario, TÚpatria es un partido liberal conservador, liberal en el aspecto económico y conservador en lo social. Es un partido que respeta y tiene mucho más en cuenta a los presidentes provinciales, les da más autonomía y, por tanto, más participación a los afiliados en las decisiones del partido. Vox es un partido rígido, que no permite la más mínima autonomía a los presidentes provinciales y que solo le sirven los afiliados para pagar las cuotas.

Por supuesto, ese derecho a disentir del que tanto presumen es completamente falso, al menos a nivel interno; a quien discrepe lo más mínimo se le machaca mediante métodos mafiosos que, a nivel jurídico y moral, carecen de la legitimidad necesaria para considerar que Vox es un partido democrático. En definitiva, se parece mucho a la izquierda que tanto critican y que tildan de sectaria y totalitaria.

Por mi parte, entiendo que haciendo autocrítica es como de verdad se mejora, y no tratando de expulsar a todo aquel que no sea un pelota o que no te baile el agua. Pienso que lo que uno tiene que hacer es intentar conectar y mostrar comprensión con las distintas sensibilidades que puede haber dentro de una formación política en aras de un diálogo enriquecedor.

– ¿Se siente más respaldado por la dirección nacional de TÚpatria que por la de Vox?

Me encuentro totalmente respaldado. Ya le digo que TÚpatria es un partido mucho más plural que Vox, y es que deja margen a las iniciativas de los presidentes provinciales, cosa que en Vox se cortaba totalmente de raíz.

En TÚpatria han sabido valorar y apreciar mi experiencia militar asignándome un cargo en la dirección nacional, como subsecretario de asuntos de Defensa, lo cual agradezco profundamente, pero supone una gran responsabilidad y un trabajo añadido que realizo con sumo gusto y que asumo como un nuevo reto.

– ¿Cómo valora la desintegración de Vox en las provincias?

Es el resultado de dirigir el partido sin contar con la opinión de los afiliados y de las formas nada democráticas de su organización, con unas primarias al estilo bolivariano que tienen las mismas garantías que la Venezuela de Maduro.

– ¿Sigue la actualidad de Vox Málaga?

No estoy muy al tanto de sus problemas internos, al contrario que ellos, que en cuanto han visto en los medios de comunicación la presentación de TÚpatria, se han echado al monte contra nuestro partido y, como ejemplo, le doy una información sobre un concejal de Vox en la provincia de Málaga, con el que tuve un trato cordial mientras estuve en Vox. Cuando tuvo conocimiento del comunicado que se había publicado en este medio, me envió a través de WhatsApp un chat con todo tipo de epítetos y palabras soeces que reflejan la preocupación de ver el nacimiento de otro partido en Málaga que les puede hacer sombra. He hecho una captura de pantalla de la conversación para que, en su momento, se pueda dar a conocer quién es esta persona y cómo se comporta.

– ¿Cómo está viendo la situación de España?

Con mucha preocupación porque a los problemas internos ocasionados por el COVID y las políticas de colaboración con independentistas y extrema izquierda, se ha unido en los últimos días la invasión de la ciudad de Ceuta por parte de 8000 marroquíes como consecuencia de la nefasta gestión llevada a cabo con la presencia de Brahim El Ghali, líder del Frente Polisario y que nunca debió entrar en España por su pasado como responsable militar; ordenó la muerte de más de 30 pescadores de las Islas Canarias.

– En ese contexto, ¿qué puede aportar TÚpatria a la vida española?

Como ya he manifestado, TÚpatria, desde su óptica de partido liberal-conservador, quiere incidir en una mejora de la economía de los españoles con bajadas de impuestos en todos los niveles de las administraciones, la desaparición de empresas públicas que son una sangría de dinero público sin aportar nada en la mayor parte de los casos, mientras que desde la óptica social queremos impulsar el apoyo a las familias para que puedan llevar a cabo la tan necesaria conciliación familiar.

En cuanto al ámbito de desempeño, este partido tiene especial interés en la municipalidad. Los ayuntamientos son la administración más próxima al ciudadano y ahí es donde TÚpatria quiere hacer especial hincapié en hacer más fácil la vida de los ciudadanos en las urbes.

– ¿Cuáles son los objetivos de TÚpatria en Málaga?

TÚpatria ha comenzado su andadura en Málaga, fijando su objetivo en las próximas elecciones municipales. El entrar en otros ámbitos de la administración política será motivo de estudio por parte de la comisión ejecutiva nacional.

– ¿Qué medidas propone TÚpatria contra la inmigración?

La inmigración tiene que ser legal porque si aceptamos la ilegalidad y las medidas de presión como método para entrar en España, aparte del efecto llamada que esto conlleva, estaríamos haciendo un trato discriminatorio con todas aquellas personas que emplean los medios legales para acceder a nuestro territorio.

– ¿Está satisfecho con el número de personas que se han sumado al proyecto de TÚpatria en Málaga?

Nuestro partido acaba de nacer en Málaga y día a día se registran nuevas incorporaciones. Tenemos organizada la estructura de la comisión ejecutiva regional en Málaga a falta de designar algunos vocales. Además, ya tenemos nombres de coordinadores comprometidos para distintas localidades de la provincia; todos estos nombres los iremos dando a conocer en los próximos meses, así como las demás actividades que vayamos desarrollando como se le presupone a un partido político.

– ¿Cuál es la política de TÚPatria respecto a los medios de comunicación?

La prensa es libre de opinar aunque no nos guste lo que diga a veces. Si los límites se traspasan se acude a los tribunales y todo solucionado. Lo que no se puede hacer es lo que hacen otros partidos que, cuando hablan mal de ellos, entonces vetan a ese medio de comunicación. TÚpatria, como partido liberal, enarbola la bandera de la libertad de expresión con todas consecuencias y, asimismo, avisa de las consecuencias legales correspondientes para aquellos que traspasen los límites de la ley.