Un médico pro-vacunas, siempre burlándose de los anti-vacunas, fallece tras recibir la segunda dosis de Moderna
Por Luys Coleto.- Cirujano plástico de Ohio, el doctor Thomas Lee Flanigan gustaba de burlarse de los antivacunas y de los conspiracionistas. Los que hemos recibido todo tipo de dicterios desde épocas adolescentes – terraplanista, nazi, facha, magufo, conspiranoico…- admitimos que Flanigan poseía perspicaz e innegable gracia a la hora de enfrentarse a sus oponentes.
Jamás perdió el buen humor, la forma más razonable de vivir
Cuando el pasado 6 de enero fue chutado con la primera dosis de la “vacuna” de Moderna, la que tanto gusta al siniestro voxero Juan Luis Steegmann, subió a sus redes sociales su foto con la cartilla de vacunación en sus manos, agregando un comentario, a la par simpático y jocoso. “Lo hice por el jugo de naranja gratis. Estoy bastante seguro de que la aguja era como de un pie de largo. La buena noticia es que no sentí el microchip entrar, pero ahora puedo escuchar las emisoras de radio locales”.
Y el pasado de febrero publicaba. “Segunda dosis. El microchip está trabajando bien. Mi mente está lentamente siendo tomada por la mente colmena. Estamos bien. La resistencia es inútil”.
Descanse en paz
El 27 de abril murió súbitamente, dejando esposa y tres hijos. Tenía 48 años de edad, y gozaba, además de un envidiable sentido del humor, de buena salud. Era querido por sus pacientes, uno de los cuales lo definió como “un médico inteligente, divertido, compasivo y afectuoso”.
Tuvo como acerbo sarcasmo final la ocurrencia de dejar escrita su esquela. Pero fue el destino, inexorable, brutal e implacable una vez más, el que convirtió su gesto en dolorosa actualidad.
Aclarando cosas innegociables a los pro-vacunas
La resistencia jamás es inútil. Es pura y legítima defensa contra una operación de genocidio planificada tan maquiavélicamente que muchos se resisten a creer en ella porque desborda lo que incluso las más febriles de las imaginaciones están dispuestas a admitir.
Lee Flanigan ridiculizó hasta el último momento a los que nos esforzamos – imagino que inútilmente – por salvar alguna vida ante la masacre que se avecina, matarratas transgénico mediante. Nos han excluido y linchado despiadadamente – además de ser hipervigilados por los espías de cada país – delineando un círculo en el que se ciñen los que se consideran amparados por la ciencia – en realidad, por el cientificismo, que ni remotamente se asemejan -, la FARMAFIA y la “filantropía” de los gobiernos. Un círculo trazado con muy mala hostia para dejarnos fuera. Incluso del concepto de humanidad.
El que los “negacionistas” hemos bosquejado, si lo hubiésemos hecho – de mucho, infinito mayor diámetro – no deja fuera a nadie.
Deviene pudorosa y humilde advertencia a toda la humanidad, sin más. Y frente a la continua mala baba de quienes nos desean “ojalá te contagies” (su desalmado sueño húmedo: que mueras bajo etiqueta covid), recreándose vilmente en el daño que podamos sufrir, solo resta responder con cordura. Y piedad. Y, desde luego, aún me encuentro a la espera de escuchar a un “negacionista” decir “ojalá la vacuna te enferme”.
Descansa en paz Thomas Lee Flanigan. Algunos, sin duda, te echaremos de menos. Un genial espíritu burlón se nos va con apenas 48 tacos. Ojalá hubieras escuchado siquiera un poquito a quienes te deseábamos vivo y con rebosante salud. Y si existe “algo” o “Alguien” después de esta vida, que lo dudo, acuérdate de nosotros. Se intuyen malos, muy malos, tiempos. En fin.
En Bitchute, cada día aparecen más testimonios de muertes, parálisis, trombos, ceguera, etc.
Mientras los HGLGP de gobierno y las presstituas subvencionadas (los espósito, herrera, losantos, por supuesto la ser, la sexta, etc) por gobierno y laboratorios siguen promoviendo las vacunas de fauci y gates como si les fuera la bolsa o la vida en ello.
El infierno que les espera a esta canalla, el castigo ene esta vida o en el más allá, no se describe con palabras.
Aquí chica de 20 años con efectos secundarios terribles:
https://www.bitchute.com/video/5XzSnozCFDbK/
Tal vez fuese simpatico, pero con tal deficiencia intelectual, como se le permitio ejercer medicina ?. No se, pero medicos en los que confiar creo que hay muy pocos. Algunos son idiotas y ortos delincuentes. Merece la pena continuar con el sistema de salud publico ? Yo no me fio ni del privado. Ademas, se puede llamar medicina a lo que recetan ? No, motivo por el cual cualquier imbecil o delincuente termina siendo medico.
ATPC.
La ministra Carmen Calvo no quiere vacunarse.
SE PARECE MUCHO A UN MARANO BLANCO POR LLAMARSE FLANAGAN
NO SERIA MAS BIEN JUDIO Y POLACO EL DESTRIPADOR ESE …………..
Carmen Calvo tiene 63 añazos y aún sin vacunar. Está claro que los políticos no quieren vacunarse.
ESTAMOS ESPERANDO A LA VACUNACIÓN TELEVISADA DE PEDRO SÁNCHEZ Y CARMEN CALVO, PUES ELLOS LO PROMETIERON.
De donde sacas que murió por las vacunas?, dado que el obituario es de diciembre 2020 ya preveía que se pondría vacunas y moriría? o quizás estaba enfermo e intuía su muerte. Descansa un poco, Coleto, que eres cansino.
que corto eres
el obituario lo escribio como burla a los que no quieren vacunarse, diciendo jajaja mirad yo me voy a vacunar y escribo esto porque los tontos se creen que las vacunas matan, lo hizo de broma y le salio el tiro por la culataq
Thomas Lee Flanigan, age 48 passed away shortly after receiving
his Moderna vaccine. Thomas spent time serving in the U.S. Army and
worked as a surgeon in the state of Ohio.
No te preocupes. No ser inteligente no es mortal … bueno en realidad ahora si. Tu veras.
Si sabía que iba a morir…¿Para qué se vacunó?
Los que no descansan son los que están inoculando veneno a las masas dia a dia, hora tras hora, con el apoyo de los medios subvencionados por gobierno y laboratorios (esos de historial criminal y que cotizan en bolsa y que están exentos de cualquer responsabilidad por efectos secundarios).
Y Coleto demuestra una humanidad y una compasión por todos los tele-abducidos y en particular con el difunto médico covidiano —firme creyente, con fe de fanático, en farmafia hasta la muerte— que los oficialistas covidiotas no tienen con él.