Patricia Coronel.

Mari Luz Becerra.- Pertenece Patricia Coronel a una acrisolada familia de empresarios rondeños vinculados, como ella misma, al sector hotelero y en general a la actividad turística.

Nos recalca que su entrada en política fue debido al cúmulo de acontecimientos que han degradado la vida española al nivel de las cloacas. Decidió que Vox era la formación que contenía las recetas a su juicio necesarias para sacar a España de su estado comatoso. Durante este tiempo ha sido una de las principales referencias del partido verde en la provincia. Su elevada popularidad entre los vecinos de Ronda la situaban como favorita de cara a las elecciones municipales de 2023. Su solvencia económica y su independencia intelectual le han dado siempre la oportunidad de decir lo que piensa y de creer en lo que dice.

Coordinadora de Vox en Ronda, Patricia Coronel ha hecho hoy pública su renuncia al cargo. Lo hace en protesta por la desastrosa deriva de la Gestora encabezada por Antonio Sevilla y por lealtad al anterior presidente, José Enrique Lara. Augura un futuro de negros nubarrones para el partido si continúa mucho más tiempo en las actuales manos, y acierta a pronosticar un porvenir promisorio para los intereses de Vox en Málaga si la dirección nacional decide finalmente dar un golpe en la mesa y revertir el curso de los actuales y penosos acontecimientos. Tras su renuncia, hemos conversado con Patricia Coronel.

– ¿Por qué ha renunciado al cargo de coordinadora de Vox en Ronda?

Es importante que a los políticos se nos perciba como personas dispuestas a renunciar a los cargos por coherencia con nuestros principios. Y era necesario proclamar en voz alta la naturaleza sesgada y sectaria de esta Gestora, su manifiesta incompetencia, las injerencias de Patricia Rueda en la toma de decisiones, pese a que nadie la ha elegido; en definitiva, de poner en entredicho una forma de hacer política a través de la cual se ignora a los militantes, e incluso a los cargos orgánicos, de una forma recurrente y sistemática. Puedo decir que mi dimisión ha sido, primero, por respeto a mi dignidad personal, y en segundo lugar, por lealtad a José Enrique Lara.

– ¿Nos podría poner algún ejemplo de falta de respeto por parte de la dirección provincial?

Mire, Antonio Sevilla ni siquiera tuvo el gesto humano de comunicarme el nombramiento del coordinador de zona al que pertenece este municipio. Esa falta de tacto y de respeto se traduce luego en la escasa respuesta de los afiliados cuando se les pide su colaboración. Lo hemos visto estos días a cuenta de la tristísima imagen de las mesas informativas, con apenas media docena de militantes en el mejor de los casos. Hemos visto esa imagen tan indignante del compañero en Villanueva de Algaidas, solo y sin apoyo de nadie de la Gestora, mientras a la misma hora algunos de ellos se daban cita en Marbella. Deplorable.

– El goteo de bajas es continuo…

Y lo peor es que nos tengamos que enterar por Alerta Digital, como fue el caso de la dimisión de Pedro Barceló, o de la posible marcha de Félix García como miembro de la ejecutiva provincial. El partido ha cortocircuitado la información que debería llegarle a los militantes y hoy prima una total y absoluta falta de transparencia.

– ¿Qué opina de Patricia Rueda?

Me ahorro los calificativos por una elemental dosis de prudencia, pero ya puede imaginarlo.

– ¿Debe Madrid posicionarse frente a este caos, disolver la Gestora y restituir en el cargo de presidente a José Enrique Lara?

Absolutamente. No sé qué más tiene que pasar para que Madrid detenga esta sangría que está dejando exánime al partido en la provincia. José Enrique Lara es el mejor activo con el que se cuenta para restablecer el orden donde hoy impera el caos; imponer la disciplina donde hoy prevalece la anarquía y vertebrar un partido que hoy está dividido y roto. En el ADN de José Enrique Lara está grabada la palabra «trabajo». Él nos enseñó que la mejor forma de conseguir el objetivo eran trabajando sin desmayo, y sin que al caso uno espere recompensa alguna. Con esa fórmula pasamos de ser un partido residual en Málaga en 2015 a convertirnos, cuatro años después, en la tercera fuerza política, a escasos 300 votos por debajo del PP. Por todo ello, romper el orden que había en el partido fue una negligencia, y rehacerla una necesidad. José Enrique Lara garantiza la estabilidad política, es decir, la paz interna que añoramos.

– ¿Qué lección ha aprendido estos últimos meses?

Que la política requiere sobre todo compromiso y disciplina; compromiso ético con las cosas en las que uno cree y disciplina para conseguirlo. La política no puede convertirse en un permanente ejercicio de postureo. Hemos accedido voluntariamente al ejercicio de la acción política para ayudar a nuestros compatriotas a tener una existencia mejor. No se puede estar en política si damos la espalda a los ideales que decimos defender. Los ideales son el fundamento de toda moralidad humana. No se puede reparar los errores de unos dirigentes, cuando a lo mejor la elección de esos dirigentes ha sido el error que terminamos pagando todos. De ahí que el reencuentro de Vox Málaga con sus raíces es imprescindible, y esas raíces se hallan esencialmente en José Enrique Lara.

– Deduzco que no está usted de acuerdo con las campañas de boicot contra AD consentidas por la dirección provincial de Vox.

La libertad de opinar y de decir cosas es un principio constitucional que no puede ser conculcado a instancias a nadie. Yo soy la fan número 1 de Armando Robles, al que admiro muchísimo. Me inspira un gran respeto porque todo en él es compromiso con esos ideales que son también los míos. Es de los pocos periodistas que nunca se acomodó a las circunstancias en su propio beneficio. Él ha seguido con sus convicciones de siempre.

Aprovecho la oportunidad para deplorar este impresentable boicot, que por supuesto la inmensa mayoría de los militantes no ha seguido. Mi renuncia al cargo de coordinadora de Vox ha sido también por respeto a Alerta Digital.

– ¿Volverán las aguas a su cauce?

Cuando el partido toque fondo será entonces cuando se alce de nuevo la figura de José Enrique Lara como el gran revulsivo para su recuperación. Y allí estaremos todos, remando en la misma dirección, por el amor que sentimos por Dios y por España.