AD.- En el PP de Málaga se frotan las manos. Admiten que la desastrosa labor de la diputada Patricia Rueda, líder de Vox Málaga en la sombra, es lo mejor que le podía haber ocurrido al partido de Casado en la provincia. “La mejor baza del PP en Málaga se llama Patricia Rueda”, reconoce sin ambages Lorenzo Prieto, uno de los principales colaboradores del ex concejal de Cultura, ya fallecido, Antonio Garrido Moraga. Y no les falta razón. Desde que “Barbie” tomó las riendas del partido verde en Málaga, los líos internos, los nombramientos inverosímiles y la contestación interna no han hecho más que crecer.

Adiós sorpasso

En el PP ya hacen cuentas y dan por finiquitadas las opciones de Vox en las municipales de 2023. Encuestas internas acercarían al PP al gobierno municipal de Benalmádena a costa de Vox, que perdería a sus dos concejales.

“Patricia Rueda y Antonio Sevilla han sido un regalo del cielo para nosotros”, subraya un ex senador bajo la presidencia de Joaquín Ramírez. Recuerda que Vox a punto estuvo de convertirse en la segunda fuerza política de la provincia en las elecciones generales de abril de 2019, bajo el mandato de José Enrique Lara, cuya figura política se acrecienta a los ojos de incluso de muchos de los que fueron sus críticos. “Es el único que puede enderezar esta nave sin rumbo”, manifiesta un militante crítico de Vox en Benalmádena.

La ruinosa gestión de Rueda y Sevilla se pone de manifiesto en un dato harto elocuente: desde la proclamación de la Gestora-títere, solo una persona ha formalizado su alta en el partido. Imaginar que, en estas circunstancias, Vox pueda disputarle al PP su preponderancia entre los votantes conservadores malagueños, es tener demasiada imaginación.

Resalta una de nuestras fuentes populares que, frente al calificativo de “derechita cobarde” que reciben de Vox, lo que este partido representa en Málaga es a la “derechita invisible”, la que no está ni se le espera. Y es que la aportación política de Patricia Rueda está siendo ruinosa para el partido. Nadie recuerda de ella una idea sobresaliente, una propuesta original, una intervención genial. Todo en “Barbie” es medianía e infertilidad intelectual, puro postureo. Sus dotes oratorias se reducen a intervenciones leídas. Consciente de sus limitaciones intelectuales, se limita a imponer su penosa autoridad a personas que valen mucho más que ella.

¿Alguien puede creer que una inútil política como “Barbie” y un pelele como Sevilla pueden amenazar la hegemonía política de los populares?

Un ex parlamentario del PP resume la situación con una frase demoledora: “Lara hizo crecer a Vox en Málaga; Patricia Rueda nos está haciendo crecer a nosotros”.