La ligera mordaza de Miguel Bosé
Sergio Durán.- Vaya por delante que no soy negacionista para que no sean mal entendidas estas líneas que he decidido escribir. He sufrido el embate de la COVID19 en mi ámbito familiar, con la necesidad impuesta de estar aislado días, lo que ofrece tiempo para la reflexión.
Exponer una reflexión, expresarla, siempre es un acto complejo que busca su comprensión por el otro, usted, amable lector, y en algunos casos la aprobación, aunque no siempre, dependiendo de la valentía de quien escribe. La valentía yo la entiendo como la ausencia de miedo en la realización de una acción. Decía Arendt que solo se es libre mientras se actúa, esto es, mientras se innova con algo propio en el mundo y dado que al hacerlo estamos rodeados de la trama de relaciones interpersonales, esa libertad en la acción requiere que la persona no esté aislada.
La mascarilla quirúrgica, o la de colores, o aquella que lleva un dibujo o mensaje para ser visto nos aísla. Portarla lleva implícito el mensaje de lo peligroso, del animal venenoso capaz de inocular un veneno en forma de virus. Esta mascarilla, junto con la distancia, conforman las bases de aquello que nos dice el gobierno que debemos hacer para permanecer vivos. La promesa sanitaria de eternidad frente a la interrelación necesaria para ser libres. Todavía no alcanzo a comprender porqué la falsedad publicitaria de la primera ha de confrontarse con la libertad de las personas.
Algún comité de expertos habrá señalado que España deba ser el único país del mundo con obligatoriedad total, o eso me dicen, luego tengo que tener una doble fe. La primera en que ese comité realmente exista y la segunda fe en que su ciencia, que no comprendo, sea acertada. Y yo que creía que la fe era cuestión religiosa. Fe en Don Pedro.
A la mascarilla yo no la veo como tal, sino como una ligera mordaza. Aquello que permite que las personas puedan seguir con sus conductas utilitaristas, su necesidad de fabricación económica, pero sustrayendo de su tiempo toda acción innovativa, creativa y libre sobre y para los demás. No se es libre aislado.
Me pregunto qué tipo de pensamiento crítico puede llegar desarrollar un niño que ve que sus padres salen de casa cada día amordazados. No te olvides la mascarilla ha sustituido a que tengas un feliz día, bajo la atenta mirada de los niños de la casa.
Ser negacionista exige valentía se esté o no de acuerdo, y expresarlo es una acción innovadora destinada a los demás, transgresora incluso. Equivocada para mi gusto, pero no puedo quitarle el mérito, y la belleza de su libertad implícita. En tal sentido la miro con simpatía, quizá porque muchas ideas libres se ven rodeadas de esa estética crepuscular de la derrota.
No creo que las redes sociales sean un mundo como el real, donde se puede actuar con las otras personas que lo comparten, en libertad. Pienso que son algo como un sucedáneo, donde se sustituye la palabra o el escrito reflexivo por la prisa del teclado táctil en un pseudomundo, destinado a eliminar cualquier valentía, y buscar solo la aprobación de los demás, si es que éstos existen; lo viral. Por su propia naturaleza ha de llevar a un pensamiento único, carente de cualquier creatividad, esto es, de libertad. No tenga pena señor Bosé de dejarlo por el momento. Hay ocho mil millones de personas en el planeta. Que sea gobernable exige que los pensamientos de todos nosotros fluctúen entre el gris claro y el marengo; olvídese usted del resto de colores. Para el poder se trata de que las gentes tengan una vida cotidiana, sin rupturas, sin libertades y a ser posible que crean que serán eternos. Y las redes sociales son una válvula sensacional para sustituir el tiempo que emplearíamos en crear arte por el de crear tiktoks.
Una vez imaginé una distopía futurista sobre un país rodeado de océanos donde los ciudadanos eran obligados a salir de casa con una ligera mordaza, como no podían verse sonreir, se mandaban emoticonos, ya prefabricados en sus expresiones en paquetes de a 1,99 monedas.
* Tertuliano de “La Ratonera” (Radio Cadena Española)
“Vaya por delante que no soy negacionista ” Excusatio non-petita, acusatio manifesta. Aceptas al sistema al decir eso de principio. NO eres libre. Un ser libre habla con argumentos, contrasta, evalua, infiere. No acepta el marco de conceptos del poder. Tu, de principio, pides perdon. Pues aceptas el marco de referencia del poder. Yo soy machista, ¿porque?, porque , según el primer derecho humano, todos los seres humanos (machos y hembras), tienen iguales derechos. Por tanto defiendo a los machos, y a las hembras, por igual. Punto, no acepto el marco de conceptos del poder. Es mas, cientificamente, lo niego. ASi… Leer más »