Miedo a un rebrote de coronavirus por los masivos actos vandálicos en Estados Unidos promovidos por la izquierda
La preocupación por que la oleada de protestas por la muerte de George Floyd desate un nuevo rebrote de covid-19, la comparten la mayoría de autoridades locales y estatales del país. Cuando por fin comenzaban a reabrirse los negocios en EE UU, para así reactivar la azotada economía, los masivos actos vandálicos promovidos por la izquierda, en las que es prácticamente imposible guardar la distancia de seguridad, podrían provocar un segundo rebrote.
Según recoge la cadena ABC news, las autoridades sanitarias y expertos del país temen que los asintomáticos, aquellos que portan el virus pero no presentan síntomas, infecten inconscientemente durante las protestas al resto ed manifestantes. Ya que en las manifestaciones se está muy cerca de otros, se grita, y muchos han acudido sin mascarillas.
“Estén enfadados o no, eso no les previene de coger el virus”, señaló Bradley Pollock, jefe del Departamento de Sanidad Pública de la Universidad de California.
En Estados Unidos hay más de 1,7 millones de infectados y casi 104.00 fallecidos por covid-19. Hay que añadir que la enfermedad ha afectado desproporcionadamente a las minorías raciales en un país sin sistema de sanidad público.
La cadena ABC news, también destaca las declaraciones del comisario de Salud de Minesota, epicentro de las protestas contra la brutalidad policial, para quien las manifestaciones sin duda generarán nuevas infecciones.
“Tenemos dos crisis que se han emparedado la una sobre la otra”, argumentó por su parte Hacob Frey, el alcalde de Mineápolis, donde tuvo lugar la muerte de George Floyd,
No es una sospecha. Se puede apostar todo porque habrá un rebrote. Y será terrible para esas comunidades y esos promotores tan preocupados por la vida de la gente negra.
Esta gentuza está azuzada por quienes todos sabemos, cuando Trump ganó las elecciones, salieron los izquierdistas a quemar las calles, a apalear estudiantes republicanos en sus pocilgas-univesidad, a azuzar en sus potentes medios de desinformación el incendio del país.
Ahora es lo mismo.
Pero la perrera izquierdista tiene sus propias líneas rojas y sabe que hay una américa profunda, genuina, patriota y sin complejos, armada hasta los dientes, amparados por su Constitución. Cuando la perrera se acuerda de ello sabe hasta donde pueden llevar