“El combatiente tiene el derecho de usar todas las armas o métodos de lucha permitidos para lograr el objetivo de su jihad, que es derrotar a su enemigo y establecer la religión de Dios; en cada etapa de su larga lucha, trata de elegir el arma que más le conviene”.

El Estado Islámico, en el editorial de esta semana difundido en sus publicaciones y redes sociales, pone énfasis en que se pueden utilizar “todas” las armas, lo que hace sospechar que tienen previsto dar algún tipo de salto cualitativo en sus atentados, con el asunto de las armas químicas como trasfondo.

Por ello, exhorta a las células de la banda para causar las mayores pérdidas en vidas humanas y en pérdidas económicas entre sus enemigos.

De momento, subrayan que esas células no están todavía preparadas para ocupar el territorio de una forma permanente, “es algo que excede su capacidad”, sino que se tienen que limitar a los atentados, los golpes de mano y, en definitiva, la guerra de guerrillas.

“Por lo tanto, los soldados del Estado Islámico deberían concentrar sus esfuerzos en agotar a sus enemigos en toda su extensión en esta etapa, y no les debe preocupar la cuestión de acelerar el logro de la conquista del terreno; llegará porque es el resultado inevitable de su yihad; y, si Dios quiere, se logrará pronto”, subraya.

(La Razón)