La muerte de Julio Anguita ha causado que políticos de todo el país, y de todos los colores ideológicos, coparan las redes sociales lamentando su pérdida. Mensajes en los que destacaban su rol capital en la política nacional y en los que muchos, como Alberto Garzón o Pablo Iglesias reconocían la importancia que el exlíder de Izquierda Unida había tenido para sus formaciones. «Se nos va nuestro mejor referente político. Hasta siempre», escribió Iglesias en su despedida.

Palabras que poco nada tienen que ver con las que el líder de la formación morada dedicó a Anguita en el pasado. En un ciclo de charlas organizado por la Juventud Comunista de Zaragoza en 2013, Pablo Iglesias era uno de los invitados.

En una de sus intervenciones, hablando sobre la necesidad de innovar en las campañas y la presencia de líderes históricos, al rememorar la campaña gallega conjunta en la que Podemos concurrió con Anova, con Xosé Manuel Beiras al frente, el líder de la formación morada aseveró que «hay mucha gente que quiere resucitar a Anguita, que es como el cadáver del Cid a caballo». «En esas cosas estoy muy cansado. Es como muchas gracias por los servicios prestados, pero con gente de veintitantos, treinta y tantos, cuarenta y tantos hay gente mayor que tiene que tomar ejemplo de Joseph Ratzinger y coger un helicóptero e irse a la mierda o a donde quieran».

A pesar de defender que los líderes históricos ya no tenían hueco en la «nueva política», en la campaña de 2019, Podemos recurrió al histórico líder de IU con el objetivo de unificar el voto en los comicios. La estrategia contó con un vídeo de campaña en el que aparecía Anguita e, incluso, fue invitado a varios actos electorales. Podemos ya intentó en 2016 darle un puesto en las listas al Congreso de los Diputados sin éxito después de que se cerrase la coalición de Unidas Podemos (la formación morada más IU en una misma confluencia).