Rodrigo de Castilla.- ¿Qué quieren que les diga? El titular me ha salido del alma. No diré que espero que no se ofenda nadie. Muy al contrario, espero y deseo que se ofendan los redactores de los carteles nauseabundos que publicamos en este artículo. Claro que deseo que se ofendan. Por lo que es desear, desearía muchas cosas, pero me las tengo que callar, porque a día de hoy, desear lo que yo deseo en estos momentos es delito flagrante. Pero ustedes ya saben. Si tienen alma, decencia y honor, ustedes ya saben lo que siento.

No se engañen: entiendo el egoísmo, igual que entiendo el miedo. Entiendo que una patulea de vecinos idiotas e ignorantes sientan miedo, e incluso terror, ante otro vecino que trabaja y se juega la vida para salvar la de sus semejantes. Pero oigan, si uno siente miedo de una persona con esa superioridad moral, lo decente, lo honrado, lo moral, es callarse y aguantarse el miedo.

Porque si nosotros tenemos miedo, debemos pensar en el miedo que sufre esa persona que en cualquier momento le tocará cuidar de nosotros. En cualquier momento tendrá que limpiarnos las heces de nuestras nalgas para que no nos llaguemos. No tenemos derecho a humillarle y a insultarle solamente porque nosotros tengamos… miedo.

¡COBARDES!

No es de personas civilizadas, no es de españoles, no es de cristianos escribir y colgar un cartel así. Es de cobardes, y, como decía Quevedo, de hideputas.

Que Dios, en su infinita misericordia, os perdone.

Yo, humilde pecador, no puedo. Y tampoco, en pudiendo, os perdonaría.

LOS HECHOS CONTADOS POR UNA MADRE

Todos los días salimos a las 20 horas para aplaudir a todos esos profesionales que están en primera linea de batalla para combatir contra el Covid-19. Pero no a todos le resulta “cómodo” que uno de esos profesionales expuestos al virus a los que se le aplauden, vivan en su mismo bloque de viviendas.

Se trata de la denuncia de una madre al ver el cartel que los vecinos habían dejado en la puerta de la vivienda de su hijo.

“Hola vecino, sabemos de tu buena labor en el hospital y se agradece, pero debes pensar también en tus vecinos. Aquí hay niños y ancianos. Hay lugares como el Barataria donde están alojando a profesionales. Mientras esto dure te pido que lo pienses”.

La madre, Inmaculada López, denuncia a través de sus redes sociales este hecho que se ha hecho viral. Su hijo y médico, Jesús Monllor, ha dado las gracias a todos por el apoyo recibido:

“Antes que nada quiero agradecer de corazón las palabras de ánimo de todos. Tanto amigos, conocidos, compañeros de profesión o simplemente si has querido acercarte a solidarizarte

Es evidente que no esperaba este mensaje a ningún profesional sanitario en general. No creo que ninguno lo merezca. Nos partimos la espalda, con pocos medios, jugándonos la Salud, para que todo el que entra por la puerta se ponga bien.

Una vez aclarado lo anterior quiero decir que verdaderamente creo que esto es un pequeño punto negro dentro de una sociedad española que de largo ha demostrado saber estar. Y cuyos aplausos cada día a las 20:00 llenan. En ningún momento creo que sea Justo generalizar, sino todo lo contrario. Es un comentario que ‘brilla’ por lo extraordinario.

Quiero aprovechar la difusión que esto ha tenido para AGRADECER sin paliativos el ejemplar comportamiento de la gran mayoría de personas a las que hemos atendido. Familiares y enfermos que han entendido con entereza la crueldad de esta enfermedad y sus quejas han sido mínimas. Al igual que a mis compañeros residentes, adjuntos, enfermeras, auxiliares, celadores, cocina, administración, limpieza…. que son los responsables 100% de que este desastre no haya sido aún más cataclísmico. Concretamente el personal de mi hospital es de una calidad humana y médica que no está pagada por nada en el mundo.

Yo soy uno más de tantos que estamos en la pelea, y a los cuales hago extensivas todas las bonitas palabras que habéis escrito.

Ánimo amigos y amigas, sigamos luchando todos. Que el final del túnel está cerca”.