Sánchez manda a Carmen Calvo a dar la cara, y a que se la partan
Paloma Cervilla.- La patética imagen anteayer de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, intentando desactivar la manifestación de hoy en la Plaza Colón de Madrid, es el reflejo del fracaso de un Gobierno, que se mantiene en el poder con respiración asistida.
Las servidumbres del poder es que tu presidente te mande a una rueda de prensa a hacer el ridículo y a dar la cara para que después te la partan. Supongo que a Carmen Calvo no le quedó más remedio que salir a decir que han roto las negociaciones con los secesionistas, después de que el pasado martes, en los pasillos del Senado, se liara con la figura del “mediador”, “relator”, “notario” o lo que sea.
La verdad es que no sé si fue ella la que se lió, o la mandaron. Si diseñó esta estrategia enloquecida que ha terminado por llevar a Pedro Sánchez al atolladero político, porque, a quién se le ocurre aceptar la figura de un mediador para hablar con Cataluña, como si esto fuera Yemen o Burkina Faso, como muy acertadamente dijo con ironía Alfonso Guerra.
Sánchez y su cuchipanda han ido demasiado lejos con eso del diálogo con los independentistas, que ya sabemos que no va a ninguna parte. Querían estar en la Moncloa a toda costa y han vendido España por intentar el apoyo a sus presupuestos.
Pero ya no hay marcha atrás, por mucho que Carmen Calvo diga, y yo no me lo creo, que se acabó la mesa camilla con los independentistas catalanes. Lo de mañana en Colón me temo que va a ser el comienzo de un cambio político en España. La gente ya está cansada de que le tomen el pelo.
CARMEN CALVO NO TIENE NI VERGÜENZA.
Una ministra de cultura (en su caso, más bien de incultura), que se tira hasta a su chófer, pues que vamos a esperar de ella…
Esta servir no sirve para nada, pero valer, lo mismo vale para un roto que para un descosido, y con la ventaja, además, de que no tiene vergüenza ninguna…