Un presidente sin legitimidad
Edurne Uriarte.- La legitimidad, el derecho a gobernar, se adquiere en democracia sobre todo a través de las urnas, o, en segundo término, a través de grandes principios eticos y nacionales al servicio de un país en momentos críticos.
Y Pedro Sánchez ha llegado a la presidencia sin ninguno de los elementos de legitimidad anteriores. No ha ganado las elecciones sino que, al contrario, las perdió por dos veces con los peores resultados históricos del PSOE. En segundo lugar, ha ganado una moción de censura construida sobre una mentira, la mentira de que hubo una sentencia que condenó al PP por corrupción y la mentira de que el Partido Socialista tiene menos problemas de corrupción que el PP. Y, en tercer lugar, ha llegado a la presidencia con el apoyo de los independentistas que le han votado para debilitar el Estado de Derecho y la unidad constitucionalista.
Comienza una presidencia vacía de legitimidad de consecuencias difíciles de calcular porque ni siquiera quienes la provocaron calcularon que la iban a lograr. Sólo querían desgastar a Rajoy y se les fué la mano… Hasta ellos están asustados.
LEGITIMIDAD, NINGUNA.
Pero eso a él le da igual. YA SE HA SOLUCIONADO LA VIDA.
Tendrá “derecho” a la pensión VITALICIA COMO EX PRESIDENTE DEL GOBIERNO, y a ser CONSEJERO NATO DEL CONSEJO DE ESTADO…
España -y los españoles-, es lo de menos.
Primero yo, después yo, y finalmente, yo, es decir, Pedro SÁNCHEZ, el guapo, un hombre que podría ser dependiente de EL CORTE INGLÉS, PERFECTAMENTE, Y ADEMÁS, no creo que esté preparado para mucho más.
O sea, que es un bluf…