Dinamarca obligará a los niños marginados a estudiar las tradiciones y normas del país
El Gobierno danés presentó este lunes un acuerdo político para obligar a niños de áreas marginales con alta concentración de inmigrantes a estudiar desde que tienen un año 25 horas semanales sobre tradiciones y normas de este país nórdico.
La oferta educativa, que durará hasta los 3 años y va dirigida a niños que no vayan ya a una guardería, pretende introducirlos “a través de juegos y actividades” en los valores de la sociedad danesa, como la democracia y la igualdad, y tradiciones como la Navidad o Pascua, para evitar que crezcan en “sociedades paralelas”.
Si los padres no inscriben a sus hijos o no participan en las actividades planeadas, que pretenden reforzar también su dominio del idioma danés, se arriesgan a perder el cheque infantil que reciben cada trimestre todas las familias con niños residentes en Dinamarca.
“Los primeros 1.000 días son los más importantes en la vida de un niño. No es satisfactorio que los niños lleven más de dos años de retraso cuando llegan a la escuela”, declaró este lunes la ministra de Asuntos Sociales, la conservadora Mai Mercado.
Serán las autoridades municipales correspondientes las que decidan cómo repartir las horas de enseñanza cada día y habilitar guarderías especiales en los 55 complejos residenciales marginales con cerca de 100.000 personas que el Gobierno identificó hace unos meses.
Para recibir esa etiqueta de zona marginal es necesario que se cumplan varios requisitos relacionados con la situación laboral, los ingresos y la composición étnica (al menos el 50 % de inmigrantes o descendientes de países no occidentales) de sus residentes.
La iniciativa cuenta con un respaldo político suficiente, ya que al del Gobierno liberal-conservador en minoría se suman los de los dos partidos con más representación parlamentaria: el islamófobo Partido Popular Danés y el Partido Socialdemócrata.
El acuerdo completa el plan contra los ‘guetos’ presentado en marzo pasado por el Ejecutivo del liberal Lars Løkke Rasmussen, que incluye varias medidas polémicas, como duplicar las penas para delitos cometidos en zonas marginales y forzar a un mayor equilibrio étnico en viviendas y escuelas.
Estudiarán la tradición progre y a los tercermundistas se la traerá al pairo.
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Ya que están, me parece normal, para que no se transformen en futuros transgresores de la identidad y soberanía del país que los ha abrigado.
Tiene Ud, razón, pero más práctico me parece a mi, que no tengan cheque trismetral por el simple hecho de ser inmigrantes y que o trabajen o se vayan, más integrador que eso me parece a mi que no es posible.