El asesino de la niña Olga Sangrador vuelve a prisión por abusos a una menor
Juan Manuel Valentín Tejero, asesino de la niña de nueve años vecina de Villalón de Campos (Valladolid) Olga Sangrador, ha sido detenido como presunto autor de abusos sobre una menor e ingresó ayer en la prisión madrileña de Soto del Real, han informado fuentes de la investigación. Tejero, quien cumplió dos décadas en la cárcel de Herrera de La Mancha (Ciudad Real) por distintas condenas, entre ellas una de 50 años por el rapto, violación y asesinato de Olga Sangrador en 1992, supuestamente habría cometido los hechos las últimas Navidades en Madrid sobre la nieta de un familiar, cuando pasaba unos días con ellos.
Tras tener conocimiento de los hechos un juzgado de Instrucción de Madrid ha ordenado su ingreso en prisión esta misma semana.
Valentín Tejero disfrutaba de libertad desde el 27 de noviembre de 2013, cuando la Audiencia de Valladolid ordenó su excarcelación debido a la anulación de la «doctrina Parot» decretada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que consideró ilegal la aplicación retroactiva de la misma, que no aplica los beneficios penitenciarios sobre los 30 años de estancia máxima en prisión sino sobre la suma total de las penas.
La decisión de la Audiencia vallisoletana, tribunal sentenciador que condenó a Tejero a medio siglo de cárcel por el asesinato de Olga Sangrador, contrasta, sin embargo, con la postura de la familia de la niña, cuyo letrado, Luis Antonio Calvo, de la Asociación Clara Campoamor, había mantenido su petición de que el reo permaneciera entre rejas hasta 2025.
Calvo expresó su tristeza ante la decisión de la Audiencia y un sentido deseo: «Espero que se equivoquen todos los informes psicológicos que advierten de la peligrosidad del preso».
Esta excarcelación se sumó por el mismo motivo -la sentencia del TEDH- y en las mismas fechas a la decisión de la Audiencia de Burgos, que decidió la salida de la cárcel de Pedro Luis Gallego, conocido como «violador del ascensor», quien fue condenado a 273 años de prisión por el asesinato de la joven burgalesa Marta Obregón en enero de 1992 y la muerte en Valladolid de Leticia Lebrato, de 17 años, en julio del mismo año, además de 18 agresiones sexuales y violaciones.
Precisamente Pedro Luis Gallego fue detenido en junio de este año en Segovia por cuatro supuestas agresiones sexuales en las inmediaciones del hospital madrileño de La Paz, hecho que también generó una gran alarma social. Así, estos dos agresores condenados que fueron liberados tras la decisión del TEDH, han vuelto a ser detenidos por la comisión, presuntamente, de hechos similares a aquellos por los que fueron condenados.
Se da la circunstancia de que desde que se planteara la posibilidad de que fueran excarcelados tras el fallo del Tribunal Europeo diversos colectivos, entre ellos la Asociación Clara Campoamor -que tildó de «disparate» alguna de estas decisiones- o la Asociación de Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Adavasymt) criticaron la decisión de liberar a estas personas e incluso responsabilizaron a fiscales y órganos judiciales si éstos volvían a cometer actos similares.
Paralelamente, tras la excarcelación de Valentín Tejero, se produjo una concentración de los vecinos de Villalón (Valladolid) en rechazo a la excarcelación y en apoyo a la familia de Olga Sangrador.
Olga Sangrador desapareció un 25 de junio de 1992 en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos. La policía dirigió sus pesquisas hacia Juan Manuel Valentín Tejero, un delincuente que en ese momento disfrutaba de un permiso penitenciario otorgado por el entonces juez de Vigilancia Penitenciaria, Ignacio Sánchez Yllera, pese a que cumplía condena por tres delitos de abusos deshonestos.
Dos días después, Valentín Tejero confesó la autoría del rapto, violación y asesinato de Olga, de nueve años y cuyo cadáver, enterrado, fue localizado en un pinar de Tudela de Duero.
Por lo visto los jueces son igualitos en España y en América, pobres idiotas los que dicen que Europa es ejemplar pues ni siquiera les hacen justicia a los propios europeos.
Amigo Mexicano, en España los jueces imparten la justicia que promulgan los políticos, esa casta privilegiada que no ha vivido jamás en sitios como:
El Pozo del tío Raimundo (Madrid)
Barrio de la Mina (Barcelona)
Barriada de las 3000 viviendas (Sevilla)
El Vacie (Sevilla)
Barrio de La Celsa (Madrid)
Lo Campano (Cartagena, Murcia)
Cañada Real (Madrid) y muchos más
Es por ello que al vivir totalmente fuera de la realidad, creen que se puede reinsertar a todo el mundo, aunque sea con calzador.
Yo, a mis refranes
Quien tiene un vicio
Si no se mea en la puerta
Se mea en el quicio.
Las alimañas aunque las enjaulen, lo son hasta que mueren. Es cuestión de instinto.
Tremendo biznieto de p..a, el especimen este. Que se pudra en prisión, es un psicópata depredador sexual de menores.
Si en su momento le hubieran pasado a cuchillo, muchas muertes y violaciones se habrían evitado, muchas familias no estarían rotas. Confío en la justicia poética
Ahora habria que ir en busca de los que tumbaron la doctrina Parot y encerrarlos con esta basura
Pero de verdad,¿alguien se cree que ciertas alimañas se pueden reintegrar a la sociedad?
según los pro DD.HH, todos tenemos derecho a una segunda oportunidad…
y a una tercera, y a una cuarta y por qué no, a una quinta y una sexta, ahhhh, y si no logra reintegrarse pasadas diez veces, es culpa de la sociedad por no comprender sus gustos pedofilos y los contribuyentes deben pagarle tratamiento psicologico.
Pero eso sí, como tú cojas y le apliques la “justicia” que debería haber recibido la primera vez, entonces tú te jamas la pena íntegra con una montonada de años; cuando en realidad, te deberían de hacer un monumento