El perfil del paciente de próstata se rejuvenece
El perfil del paciente con cáncer de próstata, enfermedad que celebró ayer su Día Mundial, se ha rejuvenecido en los últimos años y lo ha hecho porque los hombres se hacen más pruebas y atienden más a los síntomas leves cuando se manifiestan, aunque es común que esta patología sea asintomática.
El paciente con cáncer de próstata ya no es sólo un hombre de una edad superior a los 60 años, sino que hay cada vez más casos de personas más jóvenes, que rondan los 50, que son activos laboralmente, sexualmente y con unas expectativas de vida mayor, según ha señalado en rueda de prensa la presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), Begoña Barragán.
Estos pacientes atienden más a la incontinencia urinaria, la interrupción del chorro de orina, el aumento de la frecuencia de la micción, dificultades para orinar o la sensación de escozor al hacerlo.
La confirmación de que esos problemas pueden traducirse en un cáncer de próstata la ofrece el test del antígeno prostático específico (PSA), pero también hay otras pruebas que son necesarias como la anamnesis (recogida de información sobre su historia clínica) o una exploración.
Un arsenal diagnóstico que ha hecho aumentar la prevalencia de este tipo de cáncer, que también ha visto incrementar su supervivencia al detectarse en fases más precoces.
El 90 % se diagnostica en esas fases y se plantean varios tratamientos: cirugía radical de la próstata, radioterapia, braquiterapia (se colocan semillas (implantes) radiactivas en la glándula prostática con el fin de destruir las células del cáncer) y criocirugía (aplicación de frío extremo con el mismo fin).
Las técnicas han avanzado y los nuevos tratamientos están permitiendo que sean cada vez menores las alteraciones de la esfera sexual, según el médico de familia y profesor de Psiquiatría y Psicopatología de la Universidad Complutense, Julio Zarco, porque en ocasiones no se tienen que manipular los nervios que transmiten señales para las erecciones.
No obstante, si se producen esas alteraciones y hay una disfunción orgánica también existen tratamientos y técnicas para mejorar la erección.
La gran duda de los hombres con cáncer de próstata es cómo va a afectar la enfermedad a su vida sexual, una cuestión de la que es incómoda hablar por cuestiones culturales, mitos y tabúes, pero “es necesario”, según el psico-oncólogo Miguel Rojas.
En los trastornos puede haber causas físicas, pero también psicológicas y en ellas hay que trabajar porque “no por ello la vida sexual ha finalizado”, según señala la psico-oncóloga Carmen Yélamos en la revista “Hacía Delante”, que ha puesto en marcha Gepac para el paciente con cáncer de próstata.
“El placer y la satisfacción -añade la experta- son posibles incluso si algunos aspectos de la sexualidad han cambiado. Es importante no centrarse en la búsqueda del orgasmo sino en disfrutar de la experiencia y mantener una buena comunicación con la pareja”.