La asociación Open Doors Alemania ha hecho público un estudio bajo el título “Lack of protection for religious minorities in Germany” (Ausencia de protección para las minorías religiosas en Alemania) que muestra los ataques sufridos por refugiados cristianos a manos de musulmanes en suelo alemán.

A través del documento, cuatro ONG cristianas denuncian la desidia de las autoridades alemanas frente a la dramática situación de acoso que sufren los refugiados cristianos en los centros de acogida de toda Alemania por motivo de su religión.

El informe incluye 743 encuestas realizadas a víctimas de acosos, que van desde lesiones físicas (el 56 % afirma haber sufrido este tipo de persecución) a abusos sexuales (6 %), y amenazas de muerte, tanto contra ellos mismos como contra sus familias en sus países de origen (42 %).

El presidente de la ONG Open Doors Deutschland, Markus Rode, ha subrayado la necesidad de “actuar de una vez por todas” ante una situación que”no es digna de este país” al referirse a los 743 casos de acoso a cristianos en albergues de refugiados documentados entre el 15 de febrero y el 30 de septiembre.

743 ataques a cristianos por parte de musulmanes

Según este documento, presentado en Berlín, los ataques a los refugiados cristianos alcanzan la mayoría con un total de 743 casos. Por su parte, los refugiados yazidíes han sido víctimas de 10 ataques.

Asimismo se han registrado un total de 314 amenazas de muerte por parte de otros refugiados -en su mayoría musulmanes-, 416 asaltos violentos, 44 casos de abusos sexuales y 617 asaltos múltiples en los centros de acogida alemanes.

Cabe señalar que en el 91% de los casos, lo que corresponde a 674 ataques, han sido llevados a cabo por refugiados musulmanes. Por su parte, el 28% de los ataques -205 casos- han sido protagonizados por guardias musulmanes. Por último, el informe publicado por Open Doors muestra que el 34% de los casos -lo que corresponde a 254 ataques- los han cometido personas de otras religiones.
Gran parte de los casos no han sido denunciados

“La situación en los centros de acogida en Alemania es inconcebiblemente dramática, pero prácticamente no es percibida así por la opinión pública”, ha lamentado Markus Rode.

Un total de 512 casos documentados se suman en el informe difundido por Open Doors Deutschland a los 231 denunciados ya en mayo por esta ONG, que parte de la base de que una “considerable” cifra de situaciones de acoso no han sido reportadas por las víctimas.

Una de las principales barreras para no denunciar es el temor a sufrir las consecuencias y a que las agresiones aumenten en “número, intensidad y dureza”, denuncia Rode.

Cabe destacar que el 17 % de los acosados presentó una denuncia ante la policía y el 22 % lo hizo ante la administración interna del centro. Aunque, según los encuestados, la policía no actuó en el 52 % de las denuncias y la administración interna no lo hizo en el 71 % de los casos.

En tanto, el 19 % no presentó denuncia ante el temor de que su proceso de solicitud de asilo se vea afectado negativamente o como ocurre en muchos casos, a que los agresores presenten una contradenuncia.

“El que por razones políticas y otros motivos minimiza, calla o utiliza para sus propios fines esta injusticia, alienta a los autores de las mismas en sus acciones y se convierte en cómplice del sufrimiento de los afectados”, advierte el presidente de Open Doors en Alemania.

Paulus Kurt, responsable del grupo de trabajo para los refugiados del Consejo Central de Cristianos Orientales en Alemania (ZOCD), ha calificado de “catástrofe” que personas que buscan protección en Alemania tengan que vivir esta situación de acoso.

“Regresar a Alemania con otro tipo de intenciones”

Por su parte, Volker Baumann, comisionado para los refugiados de la ONG Acción por los cristianos perseguidos y necesitados (AVC), ha hablado de “miedo existencial” al referirse a los refugiados cristianos en Alemania.

Al mismo tiempo ha advertido que la intención de integrar a esta gente en muchos casos se verá truncada, y su esperanza inicial de encontrar seguridad en Alemania dará lugar a un sentimiento de odio hacia este país.

Existe “un peligro inmensamente grande a que estos refugiados, en caso de ser expulsados a sus países de origen, regresen después a Alemania con otro tipo de intenciones que posiblemente se pueden imaginar”, alertó Baumann.