Imagen de archivo de un coche de la Guardia Civil.

La Guardia Civil ha detenido a nueve personas por asaltar, agredir, retener, maniatar y amenazar armados durante más de una hora a dos mujeres a las que esperaron en el garaje de su chalet de la localidad toledana de Illescas para robarlas, en una operación en las provincias de Toledo y Madrid.

Los delincuentes esperaron ocultos y encapuchados en el garaje del domicilio de las víctimas, madre e hija, a que estas regresaran para asaltarlas por sorpresa y las intimidaron con armas de fuego hasta conseguir su botín.

Los agentes han recuperado una escopeta de caza, un vehículo, más de veinte mil euros en efectivo, joyas y diverso material informático, informa la Guardia Civil.

Se trata de la operación Macuto en la que están implicados diez hombres y una mujer de nacionalidad marroquí, ya que a los nueve detenidos hay que sumar otros dos investigados, y se les imputa los delitos de robo con violencia e intimidación, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas y robo con fuerza en las cosas.

La Guardia Civil ha practicado cuatro registros domiciliarios en las localidades toledana de Numancia de la Sagra y madrileñas de Collado Villalba, Algete y Fuente el Saz, en los que han intervenido prendas de vestir utilizadas por los detenidos en el robo, más de veinte mil euros en efectivo, terminales móviles, material informático, joyas y diversa cantidad de hachís y marihuana.

Asimismo se han recuperado el vehículo y la escopeta de caza que habían sustraído a las víctimas.

El cabecilla, que esperó fuera de la casa de las víctimas a que salieran los cuatro autores materiales del asalto, fue detenido en Algete y la persona que dio información de la familia atacada a la que conocía y que participó en el robo fue arrestado en Numancia de la Sagra, mientras que las demás detenciones tuvieron lugar en las localidades donde se efectuaron los registros y en Illescas.

Los cuatro autores materiales del asalto, ocurrido en junio del año pasado, entraron en la vivienda tras escalar su vallado exterior y romper una de las entradas conociendo de antemano que estaba vacía para esperar ocultos en el garaje el regreso en vehículo de sus propietarios.

Al llegar las dos mujeres sufrieron violencia física y psicológica constante por parte de los asaltantes, que estaban encapuchados y portaban armas de fuego, ya que las amenazaron de forma permanente con provocarles daño físico y las intimidaron diciéndoles que iban a causar perjuicios a otros miembros de su familia, a los que conocían perfectamente.

Tras inspeccionar durante más de una hora todas las habitaciones con una de las rehenes en busca del dinero los delincuentes huyeron con el botín dejándolas maniatadas.

Poco después, una de ellas logró zafarse de sus ligaduras y llamar al servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha, que comunicó el hecho a la Guardia Civil.

Los agentes comprobaron que los asaltantes conocían perfectamente las costumbres y los hábitos de los moradores de la casa y que disponían de información de todos ellos, así como de otros miembros de su familia, y que se guardaba una importante cantidad de dinero en metálico en algún lugar de la vivienda.

El vehículo que usaron para el asalto fue vendido unos días después a una persona que lo llevó a Marruecos.

También se averiguó que esta organización es la responsable de otros robos cometidos en viviendas de las localidades madrileñas de Collado Villalba y Alpedrete.