Los servicios antiterroristas y de inteligencia de la UE estiman que el Estado Islámico ha creado en Europa un ejército de 1.000 yihadistas procedentes de la guerra de Siria con preparación militar y experiencia en el campo de batalla, cuya misión a medio plazo es abrir un frente de la Yihad global en el continente europeo. Los terroristas retornados del escenario sirio son considerados una “gran amenaza” que se une al intento yihadista de fabricar bombas sucias y armas biológicas.

El regreso del 30% de los 4.000 combatientes de la Unión Europea que fueron a combatir a Siria, según un informe del Centro Internacional de Contra Terrorismo de La Haya (ICCT, por sus siglas en inglés), unido a las informaciones de los servicios antiterroristas y de inteligencia, han disparado las alarmas: el autoproclamado Califato islámico cuenta con un ejército europeo integrado por 1.000 combatientes con preparación militar y experiencia en el campo de batalla, cuya misión a medio plazo es extender la Yihad global en el viejo continente, según supo mil21 en medios de inteligencia.

La cifra de yihadistas europeos que han retornado de Siria a la espera de instrucciones del Estado Islámico, en contra de lo que pueda parecer, es conservadora si se tiene en cuenta que en Siria combaten más de 30.000 yhadistas de 130 países, y los 4.000 europeos solo representan el 13% del total. Un millar de combatientes en suelo europeo dispuestos a llevar a cabo la Yihad global representa 1 de cada 3 retornados, teniendo en cuenta que el 15% restante ha muerto en combate, según los datos del ICCT.

Francia a la cabeza de yihadistas

Por países, Francia con 900 combatientes es el país que más yihadistas ha aportado a la guerra de Siria, de la que han regresado unos 250. Le sigue Alemania con 750 y Bélgica con 500, España con 140 de los que habrían regresado cerca de una treintena.

En el caso de España, los yihadistas se han radicalizado en los dos últimos años, al pasar de la propaganda y el reclutamiento para enviar combatientes a Siria e Irak a la intención declarada de llevar a cabo atentados. En este sentido, la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, ha advertido de que varios de los últimos detenidos vinculados con el terrorismo yihadista estaban en disposición de cometer de forma “inmediata y próxima” atentados en España. En los dos últimos años el número de procedimientos incoados por la Audiencia Nacional se ha incrementado un 50% en 2014 y un 69% en 2015.

Infiltrados entre los refugiados sirios

Un reciente informe de Frontex pone al descubierto que el Estado Islámico está utilizando la crisis migratoria para infiltrarse en Europa. La agencia europea admite que la porosidad de las fronteras le impide conocer el verdadero número de migrantes que han llegado al continente y que no tiene manera de buscarlos una vez dentro.

Frontex confirma que los Estados miembros de la UE reportaron 1,82 millones de cruces fronterizos ilegales en 2015, seis veces mayor que en 2014. Se están haciendo pasar como refugiados muchos combatientes europeos que regresan con otra identidad, reconoce Frontex. Dos de los islamistas implicados en los atentados de París habían entrado a través de la isla griega de Leros con falsas identidades sirias.

En la misma línea, el Órgano de Coordinación para el Análisis de Amenazas de Bélgica (OCAM, por sus siglas en francés) también ha alertado sobre la llegada a Europa de yihadistas. Su director, Paul Van Tigchelt, afirmó que tienen constancia de que el Estado Islámico ha enviado combatientes a Bélgica y a otros países europeos.

El ejército yihadista en Europa no se limitaría a llevar a cabo atentados con armas y bombas como los perpetrados en París y Bruselas. Los servicios de inteligencia europeos tienen evidencias de que el Estado Islámico trata de fabricar una bomba sucia (explosivo convencional detonado junto a material radiactivo), según advirtió recientemente la OTAN y la UE.

Asimismo, el Estado Islámico trata de desarrollar armas biológicas de fabricación casera como las descubiertas a una célula yihadista en Marruecos el pasado mes de marzo. El Centro de Tecnologías Moleculares Aplicadas (CTMA, por sus siglas en francés) de Bélgica confirmó que los frascos de cristal incautados a los terroristas contenían “sustancias biológicas con capacidad de paralizar y destruir el sistema nervioso y provocar la muerte”.