Una maniobra de Ciudadanos, Partit dels Socialistes y Partido Popular ha logrado paralizar por unos días la propuesta independentista presentada por Junts pel Sí y la CUP. Ciudadanos y el PSC han presentado este miércoles por la mañana de forma separada en el Registro del Parlament sendas peticiones para que la Mesa de la Cámara no tramite la propuesta de resolución de declaración del inicio del proceso independentista.

Este gesto obliga a bloquear la tramitación hasta que se resuelvan los recursos de PSC y Ciudadanos. Para desbloquear el camino parlamentario es necesario reunir la Junta de Portavoces, que todavía no se puede formar porque el PP no se ha constituido como grupo parlamentario.Los populares tienen de plazo hasta el próximo día cinco.

Al carecer aún de diputado-portavoz, la Junta de Portavoces, que es la que regula el orden del día, no podrá reunirse hasta que después del PP forme su grupo. Eso dificultará que el Pleno pueda celebrarse la próxima semana tal y como aspiran las dos formaciones independentistas.

Su plan era aprobar la propuesta secesionista justo antes del pleno de la sesión de invesstidura previsto para el día 9.  La maniobra no frena la declaración, pero sí dilata su aprobación.

Pese a la estrategia, Ciutadanos, PSC y PP difícilmente podrán pactar una resolución conjunta por las diferencias que mantienen entre ellos y porque buscan marcar más que nunca perfil propio a las puertas de la precampaña.

Paralelamente, el grupo de Catalunya Sí que es Pot ha presentado una propuesta de resolución propia para exigir un plan de emergencia social y de defensa de un referéndum pactado. Lluís Rabell, presidente del grupo, ha “negado la mayor” de la que parte la propuesta de resolución.

“No hubo un mandato de desconexión”, ha señalado el presidente del grupo. “No estamos en el frente del no. Nosotros proponemos una vía para salir del conflicto”, ha dicho.