Eduardo Madina saluda al expresidente del Gobierno Rodríguez Zapatero

El secretario general del PSOE en el Congreso y candidato a liderar el partido, Eduardo Madina, ha afirmado este lunes que vería bien una consulta en Cataluña «si es dentro de la legalidad».

«A mí la participación no me da miedo, pero tiene que ser legal», ha añadido, en declaraciones a la Ser, al preguntársele si sería deseable una consulta pactada en Cataluña

A su juicio, contra lo que algunos dirigentes críticos del PSC sostienen, en el debate soberanista «solo hay salida desde una propuesta que apuntale la convivencia» porque «las propuestas de ruptura no tienen salida».

«Sin complejos»

Madina ha aseguradoque el partido tiene que recuperar su espacio propio en el espectro político, «sin complejos» de ningún tipo, y con la convicción de que en España «no hay posibilidad de cambio que no pase por el PSOE».

A menos de un mes de presentarse a la votación en la que 197.468 militantes censados están llamados a elegir al sucesor de Alfredo Pérez Rubalcaba, el diputado vasco ha defendido que el PSOE tiene que recuperar un «espacio propio sin complejos, ni a la derecha, ni a la izquierda, ni al centro, ni a ningún lado», ha dicho, para volver a ser el «partido de izquierdas que alcanza mayorías».

Madina, que anunció su candidatura hace tres días y comenzó a recabar los 9.900 avales que necesita para que sea válida, ha argumentado que eso se hace «transformando dentro para poder transformar fuera», «renovando para tener una dirección unida y sólida» y «trabajando para el PSOE», porque «no es un candidato el dueño del programa, es el PSOE, ha subrayado.

Congreso «histórico»

Madina ha reiterado que el de julio será un congreso «histórico» para el PSOE, del que los socialistas tienen que salir «renovados» y también «sólidamente unidos». Cree que en los últimos años el PSOE ha ofrecido a los ciudadanos la mejor forma de redistribuir la riqueza y ha interpretado «mejor que nadie» las distintas formas de convivencia, pero tiene pendiente apostar de verdad por un modelo económico volcado en la competitividad y la explotación del talento, como han hecho las socialdemocracias del norte de Europa.

Madina ha alertado de que España no saldrá de la crisis por la vía de la devaluación interna y acusó al Gobierno de «disparar contra el futuro» al aprobar medidas que incrementan la desigualdad y generan con ello heridas sociales que lastran la cohesión y el crecimiento. El «sueño» del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha ironizado, es competir «con salarios de 80 euros al mes, como en China».

Otro gran reto pendiente, que se compromete a incorporar a un futuro programa electoral, es un cambio constitucional para «apuntalar la convivencia» en España, en el que confía en contar con el PP pese a que la española ha sido siempre «la derecha del no» y de la «resistencia al cambio».

En esa línea, se ha mostrado convencido de que en el PSOE seguirá habiendo «muchos militantes» que, como él, se sienten republicanos, pero que priman sobre todo la convivencia. Madina ha reiterado su compromiso con la convocatoria de primarias abiertas el próximo mes de noviembre para elegir al cabeza de lista a las elecciones generales, pero no desveló si concurrirá o no a ellas. Su primer reto es el congreso extraordinario, y luego «ya veremos».

ZAPATERO VE EN MADINA “GRANDÍSIMAS CUALIDADES PARA EL LIDERAZGO”

Por otra parte, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cree que el secretario general del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, tiene “grandísimas cualidades para el liderazgo político”, aunque ha añadido que su rival Pedro Sánchez, al que considera una persona “formada, trabajadora y responsable”, “está creciendo en su potencial de liderazgo de manera muy notable”.

Así se ha expresado Zapatero en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, en la que ha evitado apoyar expresamente a ninguno de ellos –ha dicho que será “discreto”– y ha hecho hincapié en que apoyará firmemente a quien finalmente se convierta en secretario general del PSOE. Después de años dando “instrucciones” al PSOE, ha dicho, ahora no quiere dar casi ni “consejos”.

Según él, los dos aspirantes que parecen tener más opciones “tienen condiciones muy buenas”, aunque ha reconocido que con Eduardo Madina tiene una relación y un “cariño muy especial”, incluso ha relatado que e día que ETA dejó la violencia fue la primera persona con la que habló.

Zapatero ha reconocido que él pensó que la presidenta andaluza, Susana Díaz, podía ser “una buena opción” pero respeta su decisión de dar prioridad a la Junta y cree que el PSOE tiene “amplia cantera”. Eso sí, ha matizado que él nunca dio “apoyo público” a una candidatura de Díaz y que igual que siente “simpatía” por ella la siente por otros. Zapatero ha preferido mantener en la “reserva” el contenido de sus conversaciones con Madina.

El exlíder socialista ha afirmado que lo que más le gusta de Díaz es su capacidad de hacer políticas contra la exclusión social, un asunto que cree que debería ser central en el nuevo proyecto del PSOE, por encima de otros temas y, desde luego, del debate sobre la forma de Estado.

Identidad y autoestima

Para Zapatero, ante el Congreso del PSOE del próximo mes de julio, “la clave es primero la democracia, luego la unidad y luego el proyecto”. Además, cree que el partido tiene que salir del cónclave “afirmado en su identidad” y recuperando su “autoestima”.

De hecho, ha recordado que el PSOE, pese a sus derrotas electorales, ha seguido teniendo el apoyo de millones de españoles, mientras “algunos que han tenido mucho menos parece que han tenido más”. No obstante, ha dejado claro que no estaba “subestimando a Podemos”, sino que no quiere que “el PSOE se subestime a sí mismo”.

Preguntado si se siente responsable de las debacles electorales del PSOE, ha recordado que cuando él encabezó la candidatura tuvo 11 millones de votos, y que en su segunda legislatura tuvo que hacer frente a una crisis “y los ciudadanos dijeron que tenían que probar otro gobierno”, algo que considera “bastante razonable en democracia” y que le ha sucedido a “la mayoría de gobiernos” europeos que tuvieron que afrontar la crisis.

Zapatero ha negado rotundamente que las medidas que tomó a partir de mayo de 2010 pusieran en riesgo el Estado del bienestar, y ha destacado que, además de subir las becas, el salario mínimo y las pensiones mínimas, no hizo “ningún rescate a la banca”. Eso sí, no ha respondido a qué habría pasado si su mandato hubiese durado más.

Molina, González-Sinde y el “glamour”

El exjefe del Ejecutivo ha respondido también a unas palabras de su exministro de Cultura César Antonio Molina, que relató que Zapatero justificó su cese diciendo que necesitaba una mujer “con más glamour”.

El expresidente ha replicado que “glamour” es una palabra que él no utiliza nunca, y que tanto Molina como su sucesora, Ángeles González-Sinde, eran gente “brillante e inteligente” y que por eso los nombró. Preguntado si estaba negando las palabras de Molina, ha dicho, no obstante, que “simplemente” estaba diciendo que él no utiliza esa palabra.

Por otro lado, el exsecretario general del PSOE ha opinado que el PSOE habría actuado igual ante la abdicación del Rey en caso de haber estado dirigido por una gestora, pero cree que el hecho de que Alfredo Pérez Rubalcaba siga al frente del partido daba “una garantía mayor”.

Podemos ha demostrado que el sistema funciona

Zapatero ha expresado su “gran respeto” por Podemos, el partido de nueva creación que ha logrado 1,2 millones de votos en las europeas, y ha dicho que él no lo define como “bolivariano”, incluso le “chirrían como demócrata” algunas de las cosas que se dicen de este partido. Según ha dicho, no conoce a su líder, Pablo Iglesias, y hay cosas de su discurso que no comparte, pero está dispuesto a debatir con él.

Para el expresidente, a Podemos hay que reconocerle el resultado que han obtenido y, además, tener claro que en democracia todas las opciones tienen legitimidad. Así, ha apostado por esperar a ver cómo trabajan.

En todo caso, ha destacado como positivo que la irrupción de Podemos demuestra que “el sistema es muy democrático” y da entrada a todo el que tenga un proyecto para el país, frente a quienes temían una quiebra de la democracia.