BD.- La UE y su moneda única martirizan a los pueblos bajo la bota de hierro de la austeridad a perpetuidad. El 25 de mayo de 2014 ?e?sta política y ?e?ste sistema deberán ser castigados. El mejor medio para hacerlo será deslegitimar la UE, el euro, los tratados, la Comisión, el Banco Central Europeo y el Parlamento Europeo mediante una abstención masiva, una auténtica huelga del voto.

El deber de todos los ciudadanos, cuando una elección es organizada democráticamente, y que su resultado pueda tener un efecto político sobre las instituciones, es utilizar su derecho de voto logrado al precio de arduas luchas y grandes sacrificios. Éste no es el caso de las elecciones al Parlamento Europeo.

1- Es el propio principio de la elección a un parlamenteo europeo lo que debe ser recusado. Un parlamento a escala europea no tiene razón de ser ya que no existe ningún pueblo europeo suceptible por medio de un Estado europeo de formarse en comunidad política a la escala del continente y de ejercer en él su soberanía. Si ese fuera el caso, los poderes de este parlamento europeo se ejercerían necesariamente en detrimento de los poderes de los parlamentos nacionales.

2- El voto del 25 de mayo será totalmente estéril ya que el Parlamento Europeo no tiene el poder necesario para hacer evolucionar la Unión Europea. No posee las verderas prerrogativas de un verdadero parlamento: no puede cambiar los tratados que fundamentan la UE, no puede votar los impuestos, no tiene la iniciativa de las leyes. Además, aunque los partidos euroescépticos ganen escaños, esto no cambiar?á? nada a las orientaciones políticas de la UE, porque la derecha y la socialdemocracia conducen juntos los trabajos parlamentarios.

4- La elecciones al Parlamento Europeo no es más que una farsa electoral. Su única finalidad es la de simular un acto democrático y legitimar a través de él todo el sistema de la UE. Es un deber ciudadano votar cuando el sufragio sirve a la soberanía del pueblo, pero a la inversa es un deber cívico negarse a votar cuando el sufragio apunta a la destrucción de la soberanía nacional y popular.

La abstención significa desligitimar la UE. Una masiva abstención será un acto que quite toda credibilidad a la UE, que la ridiculice al tiempo que abra un espacio sin precedente a la lucha contra el sistema.

Hagamos memoria:

La UE iba a aportar la prosperidad a los países miembros. En realidad la UE es:

– 26 millones de parados, 84 millones de pobres.

-La explosión de las desigualdades, la austeridad a perpetuidad, la baja del poder adquisitivo de los salarios, la pérdida creciente de libertades, la puesta en marcha de un sistema dictatorial basado en la primacía del pensamiento único, la toma del control de todos los resortes del poder por una oligarquía voraz y desalmada que está prostituyendo el nombre de la democracia bajo la cual lleva a cabo sus fechorías.

– 50 millones de ciudadanos europeos viven en un hogar en donde nadie tiene un empleo, 43 millones no alcanzan a alimentarse convenientemente, 4 millones de personas no tienen un techo…

Esta tan cacareada “construcción europea” al servicio del gran capital se ha agravado con la puesta en marcha de la “Unión Trasatlántica”, ese tratado de libre comercio UE/EEUU que acabará por matar nuestos empleos, nuestros servicios públicos, nuestra cultura y hasta nuestra identidad.

La UE iba a reforzar la democracia. De hecho la independencia nacional de los países europeos está dinamitada por la UE. Sometida a Berlín y Washington, la Comisión Europea “admonesta”, “pone bajo vigilancia”, sanciona”, “da directivas”, inflige multas enormes.

La UE iba a ser la paz. En realidad, la UE con sus acólitos de la OTAN y de la “Unión Trasatlántica”, prepara las condiciones de una guerra terrible imperialista contra Rusia y contra todo el Oriente Próximo. Ya sabemos el papel jugado por Alemania en el desmantelamiento de Yugoslvia y de Checoslovaquia. Y ahora asistimos a la subversión organizada en los países del antiguo bloque socialista a golpe de seudorevoluciones “de colores”. En realidad, detrás de la máscara de los “?derechos humanos?”? y de la ?”?ingerencia humanitaria?”?, es a una tiranía continental hacia lo que vamos bajo la batuta del eje Washington-Berlín y sus colaboradores de la castas dirigentes europeas.

El papel del Parlamento Europeo no puede ser más claro: la oligarquía quiere darle una apariencia democrática a su dictadura supranacinal. Pero un parlamento representa a un pueblo, ¡y no hay un pueblo europeo! Hay un pueblo francés, un pueblo español, un pueblo griego, etc., y cada uno de ellos tiene su idioma, su historia y su soberanía. Todo lo demás es humo para camuflar las imposiciones de Bruselas, dictadas por los círculos de la alta finanza apátrida. La base de la democracia es la nación que trabaja para la igualdad y la justicia de sus ciudadanos y la cooperación con los demás países. Es por ello que el gran capital quiere remplazar a las naciones europeas por una “Europa de las regiones” y llevar a la práctica el viejo precepto imperialista de dividir para reinar.

Es a todo esto que debem0s decir NO al boicotear conscientemente, políticamente, civicamente, la farsa de las elecciones europeas.

Votar en blanco no basta. Eso equivaldría a rechazar las lista en competición al tiempo que aceptar el marco supranacional totalmente bloqueado. Que gane la derecha o la izquierda, eso no cambiará un átomo de la política de Bruselas. Abstenerse activamente será un acto militante hacia el progreso social, la nación, la democracia y la paz.

La abstención será además la denuncia de la mentira de esa tan mentada “Europa social” que no vemos por ninguna parte. La EU ha sido edificada para un único objetivo: quebrar las conquistas sociales, dominar los pueblos y someternos a todos al imperio de una dictadura bajo la batuta de la oligarquía.

¡Para romper el yugo de la Unión Europea, boicoteemos las elecciones europeas!