Elche: Mercedes Alonso, la legislatura perdida
Fernando Soler.- Aunque aún resta para el final de la legislatura, observadores políticos establecen como balance de la gestión o de la no gestión de Mercedes Alonso, alcaldesa pepera de Elche, que es una legislatura perdida, marcada por la ineptitud.
Incluso por la destrucción, como es el caso del Centro Social del Barrio de San Antón en lo que se dijo que era el inicio de la remodelación de todo el barrio, algo que no se ha producido. El afán destructivo de Mercedes Alonso ha alcanzado su culmen con su pretensión de destruir uno de los edificios emblemáticos de Elche: el Mercado Central, algo que nadie entiende en Elche ni comparte, y que ha motivado la puesta en marcha de un fuerte movimiento ciudadano agrupado en torno a Salvem el Mercat.
Ante la presión popular, la alcaldesa pepera ha tenido que retrasar el concurso de concesión, aunque el auténtico motivo parece ser la falta de financiación del Grupo El Árbol para acometer el proyecto, que era la empresa a la que se iba a entregar patrimonio de todos los ilicitanos, en un auténtico pelotazo urbanístico. Ni tan siquiera, en una falta completa de transparencia, la alcadesa ha sido capaz de someter su proyecto al dictamen y la votación del Pleno, sino que se ha escudado en la opaca Junta de Gobierno, en pleno agosto, y con la firma de la “interventora accidental”, que por accidental es poco interventora. En una ciudad que ha dado sobradas muestras de creatividad, Mercedes Alonso ha dado nulas de inventiva, para terminar ofreciendo como su gran proyecto un simple supermercado en el centro, algo que ya se le ocurrió, por cierto, al PSOE.
Se trataba de hacer un proyecto sin prácticamente poner dinero, para lo que era fundamental contar con 25 placeros dispuestos a comprar el derecho a su futuro puesto por la bonita cifra de 30.000 euros, a lo que se añadía la venta de 133 plazas de parking a 18.000 euros cada una. Ha fallado la premisa y el primer envite se ha venido abajo, aunque todos dan por supuesto que Mercedes Alonso está empeñada en su particular pelotazo urbanístico destructivo.
Todos los partidos, menos el PP, están contra un proyecto, que también levanta sarpullidos en no pocos concejales peperos. Aunque la alcaldesa no es la única responsable. También lo es el concejal de Patrimonio, Vicente Granero, al que, según fuentes solventes, se considera un hombre de paja de José Antonio Peral, esposo de la alcaldesa. Granero ha hecho un papelón negando ante los medios de comunicación que hubiera cesión de patrimonio público, para luego tener que desdecirse, mostrando claramente que no es otra cosa que la voz de su ama.
Cada vez son más las voces que indican que es preciso renovar la concesión a los placeros, para dejar de utilizarlos como rehenes, y proceder a rehabilitar el entrañable y emblemático edificio del Mercado Central.
http://imageshack.com/scaled/800×600/855/6m1i.jpg