Un rumano de etnia gitana acusado de cometer agresiones sexuales contra menores de edad ha sido detenido en la cuidad francesa de Montpellier. Éste subió en el tranvia con su madre y dos niños de pocos años (que resutaron ser sus sobrinos), les bajó los pantalones a ambos y les chupó el pene.

Varios agentes de policía requeridos por los testigos del hecho, que redujeron al individuo, se presentaron en el lugar y detuvieron a un hombre de 43 años. Estos se quedaron atónitos cuando el detenido les dijo que “era una costumbre en su país”. Una prueba de alcoholemia ha dado como resultado un 2,8 gramos de alcohol en la sangre del pervertido.

Ante el juez de guardia ha reconocido los hechos y ha afirmado de que ponerse le pene de los menores de 5 años en la boca es una costumbre en su país, y que además no es esta la primera vez que lo hace. El individuo, un gitano rumano que vive actualmente en un campamento a las afueras de Montpellier, ha quedado detenido provisionalmente a la espera de un juicio rápido. Los niños han sido puestos bajo la tutela de los servicios sociales.