Más de cien cardenales preparan el cónclave que elegirá al nuevo Papa
Un total de 12 cardenales electores (menores de 80 años), entre ellos, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, faltan aún por llegar a Roma para asistir a la primera congregación preparatoria del cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI en el Vaticano, según ha informado el portavoz, Federico Lombardi. Hasta que no estén todos -los 115- no se puede decidir la fecha del Cónclave. Otros 103 electores, de un total de 142, han participado en la primera congregación general, que ha comenzado a las 09.30 horas y ha terminado a las 12.30. Se espera que los purpurados que faltan lleguen a Roma entre esta tarde y mañana martes, por lo que la fecha de inicio del cónclave se conocerá esta semana.
Así lo ha explicado el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, que ha explicado que en esta primera reunión han intervenido 13 cardenales, con apuntes “breves, densos y precisos” sobre “la organización de los próximos días”. Asimismo, los cardenales han acordado, a propuesta del decano del colegio cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, escribir un mensaje al Papa emérito, que se conocerá cuando sea redactado en los próximos días.
Además, se ha elegido a los tres cardenales asistentes por sorteo del Camerlengo, el cardenal Tarcisio Bertone, que serán los cardenales Re, Sepe y Rode.
Los 142 cardenales han pronunciado el juramento Primero todos juntos y, posteriormente, cada uno ha pasado a la mesa de la presidencia y han jurado personalmente con la mano sobre el Evangelio. Los que faltan, lo irán haciendo a medida que vayan llegando. Esta tarde, durante la segunda congregación general, se llevará a cabo la primera meditación. Así, el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, realizará la primera de las dos meditaciones previstas previas al Cónclave.
En las primeras congregaciones todos los cardenales deberán prestar juramento de observar las disposiciones contenidas en la Constitución Apostólica y de guardar el secreto. “Prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Domini Gregis del Supo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice”, leerá Sodano delante de todos los cardenales. A continuación, cada purpurado dirá: “Yo prometo, me obligo y juro” poniendo la mano sobre los Evangelios.
En una de las Congregaciones inmediatamente posteriores, los cardenales deberán decidir, entre otros asuntos, el sorteo de las habitaciones en la Domus Sanctae Marthae, la preparación de la Capilla Sixtina, confiar a dos eclesiásticos de clara doctrina el encargo de predicar a los cardenales dos ponderadas meditaciones sobre los problemas de la Iglesia en este momento, cuidar que sea anulado el anillo del Pescador y fijar el día y la hora del comienzo de las operaciones de voto.
De este modo, el Cónclave comenzará en la fecha establecida por los cardenales, que se alojarán en la Domus Sanctae Marthae que permanecerá cerrada al igual que la Capilla Sixtina. Durante este tiempo, los electores no podrán mantener correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios como las redes sociales. El derecho a elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los cardenales electores, es decir, aquellos que antes del día en que la Sede quede vacante no hayan cumplido los 80 años. Además, el número de cardenales no podrá superar en ningún caso los 120. Concretamente, en el Cónclave de 2013 habrá 115 cardenales, de los cuales más de la mitad han sido nombrados por el Papa emérito Benedicto XVI.
En la mañana del día fijado para el comienzo del Cónclave, los cardenales electores se dirigirán a la Basílica de San Pedro en el Vaticano para participar en la Misa Solemne ‘Pro eligiendo Papa’. Desde allí, se trasladarán en solemne procesión, invocando con el canto del Veni Creator la venida del Espíritu Santo, hasta la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico, lugar del desarrollo de la elección. Dentro de la sede, se comprobará que no sean instalados dolosamente medios de grabación o transmisión.
Una vez allí, el cardenal decano, Angelo Sodano, leerá el juramento que deberán hacer todos los cardenales. “Todos y cada uno de nosotros Cardenales electores presentes en esta elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica (…). Igualmente, prometemos, nos obligamos y juramos que quienquiera de nosotros que, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente el ‘munus petrinum’ de Pastor de la Iglesia universal y no dejará de afirmar y defender denodadamente los derechos espirituales y temporales, así como la libertad de la Santa Sede”.
“Sobre todo, prometemos y juramos -continúa- observar con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención”. Los cardenales juran poniendo la mano sobre los Evangelios.
Concretamente, los números 56 y 57 de la Constitución insisten en la observancia del secreto al establecer que los cardenales electores deberán abstenerse durante el proceso de elección de enviar o recibir mensajes de fuera de la Ciudad del Vaticano. En este sentido, el número 58 remarca que “quienes directa o indirectamente pudieran violar el secreto ya se trate de palabras, escritos, señales o cualquier otro medio, incurrirían en la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica”. Además, en los números 81 y 82, se dice que los cardenales se abstendrán de toda forma de pactos y compromisos de común acuerdo.
Elección del Sumo Pontífice
La forma de elección se realizará únicamente por escrutinio y se necesitarán dos tercios de los votos para la elección del nuevo Pontífice. Si eso no ocurre en la tarde del primer día, es decir, en la primera votación, se continuará en la segunda jornada con cuatro escrutinios más, dos por la mañana y dos por la tarde. Si ningún cardenal consigue los dos tercios en las votaciones matutinas, habrá una fumata negra y lo mismo ocurrirá por la tarde.
Así, hasta tres días consecutivos. Si en el tercero tampoco sale elegido el nuevo Sumo Pontífice, el proceso de elección se suspende por un día para realizar una pausa de oración y de libre coloquio entre los cardenales electores. Si tras cuatro series de escrutinios no se obtuviera resultado positivo, entonces, según el Motu Proprio publicado por Benedicto XVI tendrá que procederse a la votación no por mayoría sino que de nuevo se deberán alcanzar “al menos” dos tercios.
Finalmente, cuando sea elegido el nuevo Papa, el cardenal decano le pedirá su consentimiento y le preguntará cómo quiere ser llamado y el Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias levantará acta. Los fieles presentes en la Plaza de San Pedro podrán ver la fumata blanca.
Que ejemplo, de humildad estan dando.
LOS MAYORES ENEMIGOS DE cRISTO Y DE SU IGLESIA SON LOS SIONISTAS. NUNCA PRONUNCIAN SU NOMBRE. LE LLAMAN ESE HOMBRE. Y AHORA TRATAN DE DESTRUIR A VATIOCANO. EL NYT Y SU SUCURSAL EWN ESPAÑA EL MUNDO Y EL PAIS LA RAZON UNTERECONOMIA COLABORAN EN ESA LABOR DE ZAPA. ADEMAS APOYAN LA DESINTEGRACION DE ESPAÑA. SECUNDARON A LA ETA Y AHORA ARTUR MAS Y SUS COMILITONES ES SU DARLING BOY. SAPIN AWAKE. IGLESIA ABRE TUS OJOS. CREEMOS EN LA RESURRECCIÓN DE CRISTO Y NO EN EL HOLOCAUSTO QUE ES UNA MENTIRA QUE ELLAS TRATAN DE CONVERTIR EN DOGMA. LO MEJOR QUE… Leer más »
¡¡Pleno en la diana, Periquín…!!
Gracias por tu sinceridad y por la valentía de confesar aquí tu Fe, que es la misma que compartimos muchos de nosotros, yo mismo incluído.
En esa época la Iglesia era fiel a su doctrina y era contraria al judaismo y preconizaba cruzadas contra el Islam, por muchas burradas que hiciera un papa, ni tenía cardenales masones y judaizantes queriendo destruir por dentro la Iglesia. Ahora si están, y se visita sinagogas, se reza junto con musulmanes, judíos, budistas… se dice que los judíos son “nuestros hermanos mayores”, que tenemos que acoger a los inmigrantes, etc…. y ahora lo del papa negro será la guinda del pastel para intentar joder un poco más. Nunca se había hecho tanta propaganda para la elección de un papa,… Leer más »
Porque la iglesia en epoca tenia influencias paganas por eso a Jesus en las pinturas del Renacimiento lo representan como europeo no como semita
La Fe católica no es la fe judía. La judía es falsa tal y como la conciben ellos, pero compartimos con ellos el Antiguo Testamento, además de que Jesús y la Virgen son de raza judía (digo “son” porque viven en cuerpo y alma en el Cielo). Por tanto los judíos son nuestros hermanos mayores históricamente hablando, además de hermanos nuestros como cualquier otro ser humano. Rezar con judíos, musulmanes, budistas o dialogar con ateos, está bien, y así nos lo dice el Espíritu Santo en el Vaticano II y con todos los papas que hemos conocido, porque el acercamiento… Leer más »
Judios hermanos mayores?NUNCA
Si la Iglesia no desapareció bajo el mandato del valenciano Roderic Llançol i Borja, mas conocido como Alejandro VI, puede sobrevivir perfectamente con un Papa negro.