Una red rumano-israelí de tráfico de ovocitos ha sido desmantelada. Según la Policía rumana, los 11 miembros del grupo (unos representantes de una clínica privada de Bucarest y varios cuidadanos israelíes especialistas en técnicas de reproducción asistida) contactaban a mujeres que, a cambio de sumas que variaban entre los 600 y 800 euros, aceptaban que les fueran extraídos ovocitos. La mayoría de esas mujeres eran estudiantes de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años.

Sus ovocitos eran luego vendidos por cantidades entre 3.000 y 4.000 euros a parejas que estaban utilizando servicios de fertilización in vitro en esa clínica. La mayoría de las parejas que se beneficiaban de este tráfico viven en Israel y venían a Rumania para las sesiones de inseminación. La red desmantelada estaba compuesta por médicos, enfermeras y especialistas en reproducción asistida. Todos ellos están acusados de violar la ley sobre la extracción y el transplante de células humanas.

Diversos registros domiciliarios han sido llevados a cabo por orden judicial. Rumanía ya fue el escenario de un escándalo similar en 2009, cuando las autoridades descubrieron en Bucarest otra clínica escenario de un tráfico de óvulos. En esa ocasión tres rumanos, uno de ellos un ex presidente de la agencia nacional de trasplantes, fueron juzgados y condenados.