Luto en Málaga tras la muerte de un pequeño en la cabalgata de Reyes: “Fue espeluznante; mis hijos estaban al lado y lo vieron todo”
La cabalgata de Málaga estaba casi empezando, y la familia, que tiene dos hijos y prefiere preservar el anonimato, había llegado temprano, con idea de ver a los Reyes Magos sin mucho agobio, cerca del lugar donde arranca, en el Parque, donde lo habían hecho otros años, para luego volver a casa con tiempo para cenar y prepararse para la esperada llegada de Sus Majestades. Era una tarde suave, más bien calurosa, y tras el paso de las cuatro primeras carrozas llegó una azul, vistosa, que venía tirando muchos caramelos. Como todas. El grupo estaba prácticamente en primera fila, así que esperaba una buena ‘cosecha’.
Todo eran risas y llamadas para que los jóvenes pajes lanzaran dulces hacia su zona. Pero en un instante todo se truncó. «De pronto vimos cómo un niño pequeño se metió corriendo entre las ruedas del remolque, detrás de un caramelo que había caído debajo. Todo fue muy rápido». Uno de los neumáticos le pasó por encima y le causó graves heridas al pequeño. «Fue espeluznante; mis hijos estaban al lado y lo vieron todo», añadió. La gente que estaba alrededor y los voluntarios que vigilaban comenzaron a gritar hacia el todoterreno que tiraba de la carroza para que detuviera la marcha. «La gente se agolpó alrededor y el padre empezó a reanimarlo hasta que llegó la ambulancia del 061 y lo metieron, aún con vida». Otro de los testigos presentes indicó que el conductor tuvo que ser atendido por los sanitarios por una crisis de ansiedad.
No fue el único
El alcalde, Francisco de la Torre, añadió, en una rueda de prensa posterior al suceso, que otros dos menores tuvieron el impulso de meterse bajo el mismo convoy, aunque los voluntarios lograron sacarlos a tiempo, «pero con el otro no hubo forma de evitarlo». El regidor, los concejales, los agentes policiales y los voluntarios que participaron en la atención del suceso estaban ayer totalmente consternados por el suceso.
Otro testigo actuaba como paje en la carroza que iba justo detrás de la siniestrada. «La comitiva se paró de pronto y empezó a correr el rumor de un atropello. La gente se agolpó y los voluntarios de Protección Civil los apartaron para que pudieran atenderlo». Esta joven esgrimió que la víctima estuvo atendida desde el primer momento. «La ambulancia llegó en unos minutos y los sanitarios empezaron a atenderlo sobre el suelo porque estaba muy mal. Posteriormente, le hicieron un pasillo hasta la UVI, escoltándolo con sábanas blancas para que no lo vieran». Los médicos intentaron reanimarlo durante unos veinte minutos, aunque finalmente todo fue en vano.
La noticia corrió como la pólvora entre los miles de asistentes al desfile, gracias a las redes sociales, a la información que los medios trasladaban en Internet y al boca a boca. Así lo explicó Antonio Pérez, uno de los vecinos que esperaba pacientemente a ver llegar a los Reyes Magos: «Todavía no hemos visto pasar la cabalgata y ya nos enterado porque lo hemos visto en Internet. Es una pena que un día de tanta alegría, sobre todo para los niños, acabe así. Es una gran desgracia para todo el mundo». Perez añadió: «Nunca había pasado algo así, pero los chiquillos se lanzan siempre a coger los caramelos, lo sé porque cuando trabajaba en el Instituto Rosaleda sacábamos una carroza del Rey Herodes y teníamos que tener muchísima precaución».
«He visto que la cabalgata no avanzaba y después escuché a la gente decir que había una ambulancia, y que una carroza había atropellado a un niño, hasta que lo confirmé cuando me metí en ‘twitter’», comentó Rafael Navas. «Se me quitaron las ganas de ver la cabalgata al pensar en el pobre niño y sus padres, que habían venido aquí como todos, a pasarlo bien y a ver los Reyes. Sigo aquí por mis hijos que son pequeños y están ilusionados, pero no entiendo muy bien por qué ha continuado el recorrido». «Me he quedado descompuesta al enterarme, es un dolor muy grande», coincidieron Pepi Cuevas y Eva Sánchez.
La que iba a ser una jornada lúdica como ninguna quedó convertida en una tragedia que toda la ciudad ha sentido como propia, y que tardará mucho tiempo en conseguir olvidar.
Buf!!! que duro… y luego llegar a casa y ver los regalos que tenías preparados con toda la ilusión para tu hijo y que no abrirá…
RIP
Descanse en paz