Artur Mas ha reconocido que tendría que “repensar la estrategia” si se demostrase que es “absolutamente imposible” que una eventual Cataluña independiente siguiera estando dentro de la Unión Europea, como le han advertido reiteradamente desde Bruselas. El presidente de la Generalitat ha hecho esta afirmación a lo largo de un coloquio organizado por el foro “Friends of Europe”, la única organización que le ha acogido en la capital comunitaria, donde no ha tenido ningún contacto institucional.

“Si llegamos a la conclusión de que es absolutamente imposible ser independientes dentro de la Unión Europea, entonces repensaríamos nuestra estrategia” ha dicho Mas, que, a renglón seguido, ha insistido en que no renunciará a la consulta porque “incluso en ese caso, lo más importante es el derecho de los catalanes a decidir nuestro futuro”.

A pesar de todos los argumentos que se han publicado por parte de cualificados dirigentes europeos sobre la certeza de que una Cataluña que se hubiera desgajado de España quedaría fuera de la UE y debería iniciar su propio camino para ingresar, Más ha insistido en que esta es una posibilidad “que no contemplamos”, amparado en el argumento, cuanto menos discutible, de que “Cataluña es la nación más antigua de Europa”. En caso de que salir de la UE fuese la “única forma” de tener un Estado propio, acepta que debería “explicar las consecuencias y preguntárselo” a los catalanes y que “incluso en ese caso la consulta puede hacerse”.

Más fue acosado por varias preguntas en el coloquio que revelaron la contradicción que existe entre su “vocación de una Europa Federal en la que desaparezcan los estados” y su obsesión por dotar a Cataluña de un estado propio y permanecer en la Unión Europea. Ha dicho que no percibe más que “desprecio y gritos” por parte de las autoridades españolas pero cuando un asistente escocés le preguntó por qué no prefería “alcanzar sus objetivos intentando ser primer ministro español” respondió que “ese no ha sido nunca mi objetivo y aunque nos han propuesto muchas veces tener ministros en Madrid no lo hemos querido porque prefiero ser presidente de Cataluña que primer ministro de España”.

En una conferencia de prensa previa, Mas dijo también que no descarta transformar unas segundas elecciones anticipadas en la consulta sobre la independencia que ha prometido celebrar, en caso de que no disponga de mecanismos legales para hacerla directamente.

El propósito de este viaje a la capital comunitaria, 48 horas antes de que empiece la campaña electoral, es, según Mas, “explicar la situación de Cataluña y nuestra visión de Europa” en la capital comunitaria. El presidente de la Generalitat no se ha reunido con ningún representante europeo de ninguna institución, y cuando le han preguntado con qué aliados cuenta para llevar a cabo sus planes, no ha podido decir más que “nuestros amigos son los amigos de la democracia”.

Si el objetivo de este viaje-relámpago a Bruselas pretende -como dijo- suscitar “el amparo de Europa al derecha decidir del pueblo catalán”. Sobre este particular, ayer martes se hizo pública la respuesta de la vicepresidenta de la Comisión Viviane Reding a un grupo de eurodiputados catalanes que le pedían que retirase el derecho de voto a España en la UE por supuestas amenazas militares a Cataluña. La carta recuerda que los eurodiputados están ignorando el Tratado de Lisboa y les recuerda que “de conformidad con los Tratados en los que se basa la UE, la Comisión Europea no realiza comentarios sobre asuntos internos y no comentará acerca de comentarios formulados por otros, ya que no guardan ninguna relación con la aplicación del derecho de la UE”. Reding también había clarificado en una carta anterior al secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo que una Cataluña independiente se quedaría fuera de la UE y debería seguir todo el procedimiento para su ingreso, incluyendo la obtención de la unanimidad de todos los estados miembros.