Dos rumanas detenidas por obligar a una joven a prostituirse en Barcelona
Atraída desde su país hasta Barcelona con un trabajo que no existía, obligada a prostituirse y golpeada por sus carceleros. Esta historia de maltrato y esclavitud, tantas veces escuchada, al menos ha dejado de ser real para una joven rumana de 23 años, liberada la semana pasada por la policía en Ciutat Vella.
Agentes de la Guàrdia Urbana y los Mossos d’Esquadra arrestaron el pasado jueves a dos mujeres, de 22 y 48 años y nacionalidad rumana, como presuntas autoras de los delitos de detención ilegal y explotación sexual de la joven en un distrito –Ciutat Vella- donde este relato se ha escrito demasiadas veces.
Ese día, quizás aprovechando un despiste de sus carceleras, la víctima logró contactar con la Guàrdia Urbana desde una farmacia y con la ayuda de otro ciudadano, testigo directo del maltrato al que le sometía la red de prostitución. Según explicó, su odisea particular comenzó en Rumanía, desde donde se trasladó hasta Italia. Una vez allí, le prometieron un trabajo en una España en crisis, acabando en un hostal de Ciutat Vella y siendo obligada a prostituirse con coacciones y agresiones físicas.
Las agresiones, en todo caso, parecían ser la rutina. La chica presentaba fuertes dolores en el estómago como consecuencia de los golpes recibidos. Además, contaba con informes médicos de lesiones similares anteriores, de las que fue tratada ese día en el CAP de Manso.
Agentes de la Guàrdia Urbana detuvieron poco después a Maria B., de 22 años, como una de sus presuntas carceleras. Los Mossos hicieron lo propio con Lucica D., de 48 años. Ambas declararon ante el juez y salieron en libertad con cargos.