Investigan la difusión mediática de la operación de un pene atrapado en un tubo
El Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada ha abierto una investigación para aclarar la difusión de imágenes en medios escritos y audiovisuales de la intervención quirúrgica a un paciente, con la ayuda de los bomberos, cuyo pene había quedado atrapado en un trozo de tubería de acero.
El centro hospitalario ha informado en un comunicado de que las imágenes publicadas se tomaron y difundieron sin la autorización ni consentimiento del paciente, lo que considera una “grave violación” de su derecho a la intimidad y confidencialidad.
El hospital aclara además que “en ningún caso” el material gráfico se registró ni divulgó por parte de sus profesionales sanitarios, quienes tampoco autorizaron la toma de las imágenes.
Por todo ello, manifiesta “su gran malestar” ante el impacto mediático de las mismas y el tratamiento a su juicio “poco respetuoso” dado en esta información hacia el afectado.
El hospital ha anunciado la apertura de una investigación para aclarar lo sucedido al no existir precedente de un caso de este tipo, que supone -insiste- una gran vulneración a la intimidad y honor del paciente.
Además, según el centro, este hecho “inusual” no debe perjudicar la labor de los profesionales sanitarios que día a día trabajan para solucionar los problemas de salud de los ciudadanos con el mayor respeto y seriedad.
Los bomberos de Granada informaron de que evitaron la amputación del pene de un hombre que había quedado atrapado en un trozo de tubería cilíndrica donde previamente lo había introducido, tras ser requeridos por los médicos de un hospital en Granada ante la imposibilidad de extraerlo.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del lunes al martes, cuando al servicio de urgencias del Hospital Ruiz de Alda de Granada acudió un hombre de 52 años con un tubo cilíndrico de acero en el pene, al parecer como parte de una práctica sexual, que le había causado una importante inflamación del órgano sexual.
Ante la imposibilidad de cortar el cilindro, de unos dos centímetros de diámetro, cuatro milímetros de espesor y algo más de cinco centímetros de longitud, los facultativos solicitaron ayuda a los bomberos a fin de evitar la amputación del pene, que estaba estrangulado dentro del tubo, lo que impedía que bajase la erección.
Para cortar el tubo utilizaron una herramienta de bricolaje (una pequeña sierra circular denominada bremer) que el subinspector de servicio recogió previamente de su domicilio, dado que en el Parque de Bomberos no contaban con aparatos que permitieran rajar el cilindro con la precisión que requerían las circunstancias.