Algunos de los moros captados por la cámara fotográfica del dirigente plataformista en Tortosa.

El delegado territorial de Plataforma per Catalunya (PxC) en Terres de l´Ebre y concejal en el Ayuntamiento de Tortosa (Tarragona), Jordi P. Casanova Panisello, ha denunciado los momentos de tensión vividos con un grupo de inmigrantes magrebíes que campan a sus anchas justo enfrente del domicilio del dirigente plataformista, situado en el paseo del Ebro, en el barrio tortosino de Ferreries.

El pasado viernes y pasadas las 7 de la tarde, Casanova y su mujer se hallaban dentro de su domicilio cuando un grupo de alrededor de 30 magrebíes se concentraron justo enfrente, ocupando las aceras del paseo e impidiendo que los aterrorizados vecinos pudieran pasear libremente. Los inmigrantes comenzaron entonces a verter insultos y lanzar amenazas contra el edil. 

Al escuchar las voces, la esposa de Casanova se asomó al balcón. Al verla, los moros intensificaron sus insultos y amenazas contra ellas, acompañados de gestos obscenos y escupitajos sobre el mobiliario urbano.

El propio Casanova nos cuenta lo que ocurrió a continuación: “Debido al escándalo generado por toda esa chusma que nos gritaba e insultaba, decidí tomar fotografías del grupo. En apenas unos segundos, la mitad de la chusma desapareció, supongo que por falta de documentación o por tener mucho que esconder si aparecía la policía, mientras que la otra mitad fue despejando la calle más lentamente, no sin antes lanzar contra nosotros toda clase de insultos y amenazas”.

El dirigente identitario no oculta su indignación ante la rfeiteración de estos casos frente a su propia casa. “Somos nosotros los que estamos en nuestra tierra y no queremos vagos ni violentos en nuestras calles. No queremos salvajes, no queremos chusma y no queremos a quien no respeta nuestras leyes, costumbres, usos y tradiciones. Hay que echarlos de nuestras ciudades y que regresen a sus pueblos”.

Jordi Casanova explica que muchos de los inmigrantes que ocupan “de forma ilegal” el paseo del Ebro de Tortosa permanecen allí desde bien entrada la mañana hasta altas horas de la noche. “Esa gentuza no sabe lo que es trabajar, viven a nuestra costa y de nuestros impuestos. Son una banda de vagos y de vividores que, además, jamás han tenido, ni tendrán, voluntad de integrarse ni intención alguna de respetar lo que es nuestro”.

Aunque al llegar la Policía Local de Tortosa, los “okupas moros” ya se habían ido, Casanova agradece el esfuerzo tanto del cuerpo armado municipal como de los Mossos para mantener limpio el paseo de “indeseables”.

“Cuando no hay moros, el paseo se llena de familias que salen con sus bebés y de señoras mayores que pasean a sus mascotas. Por desgracia esto sólo ocurre cuando hay una redada policial. Cuando no, el pánico a la invasión que padecemos se apodera de la gente”, señaló el regidor, quien cree imperativo “poner punto y final a esta invasión y a la ocupación ilegal de nuestras calles”.

Para comenzar a dar pasos efectivos de cara a la consecución de ese objetivo, nuestro interlocutor propone una serie de actuaciones ciudadanas. La primera, organizar batidas de vecinos “armados con cámaras de fotos y video, para reflejar con pruebas gráficas lo que ocurre en nuestras calles y, acto seguido, enviar las pruebas obtenidas a la prensa local y comarcal”.

También propone “inundar las redes sociales con fotos y con los correos electrónicos del alcalde y de los regidores del municipio”, así como trasladar las protestas a las asociaciones vecinales y a todas las entidades de titularidad pública.

“Desde PxC nos ponemos a disposición de todos los vecinos que quieran organizar esos paseos. Pueden contactar con nosotros por teléfono, mail o en el mismo Ayuntamiento de Tortosa”, añadió.

“Tenemos que tener muy claro que la reconquista empieza por recuperar nuestras calles, nuestras plazas, nuestros parques y nuestras ciudades”, concluyó el edil y dirigente identitario catalán.