Cuando la víctima es culpable y el asesino pasa a ser la víctima, según Tarik Ramadán, icono de la progresía francesa
Reproducimos unos pasajes de un artículo de Tarik Ramadán que revela sobre todo cómo se ven los acontecimientos desde el punto de vista de los que quieren imponernos su repugnante modo de vida y sus hediondos valores islámicos a los europeos. El autor participa regularmente en todas las cadenas francesas, que lo invitan para que exponga su ideología de muerte y odio. A los franceses, sobre todo a los franceses progres, el personaje les resulta fascinante y los deja boquiabiertos. Ellos sabrán. (Ver el enlace de la noticia).
“…Así pues, Mohamed Merah tenía 23 años. Todo el mundo lo conocía en su barrio y más allá. Bondadoso, servicial, nada que ver, dicen sus conocidos, con esa imagen del “salafista yihadista extremista” dispuesto a matar por una causa religiosa o política. Su abogado lo ha tratado y defendido por delitos como robos y atracos a mano armada y nunca descubrió en él ninguna inclinación religiosa y menos aun salafista. Mohamed Merah acababa de ser condenado por la justicia, robaba, conducía sin permiso y dos semanas antes de los hechos se lo vió en una discoteca sonriente y de un humor muy alegre y festivo.
Había estado en Afganistán y en Pakistán en 2010 y 2011 y había intentado ingresar en el ejército francés, sin éxito debido a sus antecedentes judiciales. Viendo los hechos y su corta biografía, Mohamed Merah aparece como un gran adolescente, un chico, ocioso, perdido, de corazón afectuoso, según sus allegados, pero cuyos pensamientos estaban turbados, perturbados, y particularmente incoherentes, como ha quedado de manifiesto en el transcurso de las largas horas de dialogo con las fuerzas del orden durante su asedio. Estaba un poco equilibrado, provocador, asesino asumido, sin ser suicidario. Quería “darle una lección a Francia”.
El problema de Mohamed Merah no era ni la religión ni la política. Era un ciudadano francés frustrado por no encontrar su lugar, su dignidad y el sentido de su vida en su país. Eso lo llevó a encontrar dos causas políticas para expresar su despecho: los pueblos afgano y palestino. Él ataca a uno símbolos, el ejército, y mata a judíos, cristianos y musulmanes sin distinción. Expresa el pensamiento político de un joven adulto desconcertado que no está impregnado ni por los valores del islam ni por pensamientos racistas o antisemitas. Joven, desorientado, Mohamed Merah ha disparado sobre unas referencias que tenían sobre todo la fuerza de su sentido y su visibilidad. Ni más ni menos. Un pobre chico, sin duda culpable y condenable, sin lugar a duda, aunque él mismo fue la víctima de un orden social que ya lo había condenado, a él y a millones más como él, a la marginalidad, al no reconocimiento de su estatus de ciudadano con igualdad de derechos y de oportunidades. Mohamed, con un nombre tan caracterizado, fue un ciudadano francés salido de la inmigración antes de convertirse en un terrorista de origen inmigrante. Su destino fue muy tempramente encadenado a la percepción que se tenía de sus orígenes. En la provocación, ha cerrado el círculo: se ha perdido en esa imagen, tan deformada como degradante, para convertirse en el “otro” definitivo. Para los franceses de Francia, ya no hay nada de francés en el árabo-musulmán Mohamed.
No debemos excusar sus actos. Esperemos que sin embargo Francia aprenda una lección que Mohamed Merah no tenía ni la intención ni los medios de darle: él era francés, al igual que todas sus víctimas, y se sintió sistemáticamente confrontado a sus orígenes por su color y a su religión por su nombre. La inmensa mayoría de los Mohamed, de las Fatima o de los Ahmed de los barrios son franceses y lo que quieren es la igualdad, la dignidad, la seguridad, un trabajo y una casa. Están cultural y religiosamente integrados y su problema es ante todo de naturaleza social y económica. La historia de Mohamed Merah pone a Francia frente al espejo: Mohamed acaba yihadista sin verdadera convicción después de haber sido un ciudadano sin verdadera dignidad. Esto no justifica nada, pero es ahí donde se esconde una enseñanza crucial….”.
Pija progre animando a tracionar la propia cultura
http://www.webislam.com/videos/58795-entrevista_con_ndeye_andujar_en_islam_hoy.html
hijo de las mil reputas, no se puede mentir tanto en tan poco espacio. Que el problema no es islam….a quien cojones quiere engañar éste desgraciado? supongo que a muchos por que no se han enterado de que mierda es ésa misantrópica cagazón de religión que tienen los moros.
Discrepo del islam y de los islamistas . Todo ser individuo que nace nace con el poder del razonamiento que la madre naturaleza le ha dado excepto los errores de la propia naturaleza como ser ciego, cojo ,unido a otro cuerpo etc. Los islamistas carecen del poder del razonamiento . por un defecto genético de sus antepasados , Al nacer en el desierto existe la hipótesis de la enfermedad mental alucinatoria ,por carecer de agua , ves espejismos . al final se transmite al ser que haces o siembras . resumiendo son seres que ven alucinaciones . . es mi… Leer más »
El careto de este tiparraco me da cierto parecido con el careto de humilde Pepe Guardiola
Sí, hay muchos progres acomodados con esa pinta un poco agitanada, dicho sea con todo el respeto para los romaníes, el “comunicador victimista” del Barcelona, el Laporta, el Serrá, er Sabina, el BuenaFuente, el Al Monovar y el RoobaAlKaba.
En las telebasuras aparecen muchos más como invitados(o son los mismos, no estoy seguro)
Ahora resulta que un asesino de niños y soldados es un pobre chico… ¿dónde estamos? ¿en Marte?
Lo mejor sería que al Merah le hicieran un monumento en la place de la concorde en París y lo declarasen heroe nacional.
Era un chico muy bueno, desorientado eso es todo, un poquillo radical… la culpa es de los franceses; estos pijo-progres son de verguenza ajena, es casi peor el totalitarismo buenista que el islámico.