¿No tienen pan? Pues, que coman mariscos, ¡coño!
Branka Berberijan Olivari.- Corta se ha quedado la frase “si no tienen pan, que coman pasteles” adscrita a la fatídica reina francesa María Antonieta, -asesinada salvajemente por los revolucionarios-, comparada con la imagen que nos ha dejado boquiabiertos a todos, ya que tanta cantidad de los más selectos mariscos y otras delicatessen de máxima exquisitez no se ha visto ni siquiera en las escenas de las películas de Visconti sobre la Alemania Nazi, en que rebosaban las buenas mesas en los elegantes aposentos de Hitler, junto con Stalin, el más emblemático representante de la izquierda europea.
Y en dicha imagen los ilustres comensales son ni más ni menos que Antonio Rodrigo Torrijos, teniente alcalde y portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, y el ex gerente de Mercasevilla, ambos investigados por corrupción; el atracón pantagruélico costo más de mil euros, claro está, pagado del erario público, con Visa dirección de Mellet, quien justifica estos pagos diciendo que en estos casos siempre estuvo incitado por su compañero de mesa, y a su vez, el otro dice que en todos los cargos públicos es normal hacer estas cosas.
El escenario, un restaurante de lujo en Bruselas que, según la imagen, estuvo abierto sólo para ellos, con más camareros que clientes, bailando y haciendo piruetas alrededor de las mesas, cantando “sil vous plait, monsieur”, -al saber si los fotografiados entendieron la frase-, mientras nuestros Gargantuas Pantagrueles devoraban quintales de crustáceos que, si se comen en grandes cantidades, suben el índice de colesterol malo hasta lo infinito.
Lo que desconocemos, y que la foto no revela, son los entrantes: ¿Ostras francesas? ¿Caviar ruso, iraní o, por razones patrióticas, el de Río Frío? La última opción es difícil, puesto que “la clase obrera, no tiene fronteras”.
Y es que, ya es proverbial la capacidad de los que “sangran” por los derechos de trabajadores de aprender a vivir a cuerpo de rey en tiempo récord: nuestros sindicalistas Tocho y Méndez también son adictos a los menús de 300 euros por persona, y todo esto mientras España se desmorona y millones de compatriotas pasan hambre y hacen largas colas en Cáritas. A ellos, la crisis no les afecta de ninguna manera, ya lo ha revelado una frase del Secretario General de UGT recogida en su discurso pronunciado con el motivo de la huelga más esperpéntica en la historia de la humanidad: “Allí están las víctimas de la crisis”, dijo literalmente, no dijo “aquí estamos las víctimas…”, ya que, mientras el dinero público esté en sus manos, seguirán disfrutando de “que viva la fiesta”, sería interesante saber cuántos “426 euros” de prestaciones a los parados caben en una sola cuenta de una sola “comida laboral”, ” imprescindible” para que nuestros abnegados activistas puedan seguir con su peculiar “lucha obrera”.
Menos mal que nuestros “progres” aún no han conseguido el nivel de refinamiento de sus precursores, -Stalin, por ejemplo, bebía sólo los vinos georgianos producidos en los pequeños latifundios en ediciones diminutas, embotelladas especialmente para él, claro, todos de categoría de “gran reserva” por los que suspiran los grandes coleccionistas-, de modo que regaron bogavantes, percebes y langostas con la “rubia espumosa” como si comieran las salchichas bávaras. Menos mal que todavía no se hayan enterado de buenos maridajes, y de lo bien que comulgan los bichos marinos con, por ejemplo, un Ruinart rosé, con lo que perfeccionarían el arte de arRuinar(t) a los contribuyentes.
Es vergonzosa la arrogancia de estos famélicos, no del pan, sino de lujos de toda clase, ante la realidad de los currantes; en su respuesta a los problemas que azotan a las familias españolas resuena la lacónica oración de Ret Butler dirigida a Scarlet O´ Hara: “Sinceramente, querida, eso me la trae al pairo”.
No obstante, como el chiringuito de mariscos empezó a tambalearse, nuestro cantante de La In ternaZional, a fin de impedir el ocaso de los nuevos Dioses, dejó el timón en manos del temible Rubalcaba, homólogo de Lavrent Beria, inventor del terrorífico Laboratorio de Sinceridad, a fin de que implementara un fuerte estado policíaco; y el nuevo capitán, tristemente conocido por el GAL que mató casi el mismo número de personas que ETA, por el caso Faisán, secuestros, cal viva…, se estrenó con la frase: “Sé todo de todos”, es para echarse a temblar.
Mientras tanto, en el ámbito planetario siguen en la caída libre los protagonistas del “acontecimiento más importante de los dos lados del Atlántico”, uno hundido por las recién celebradas elecciones, y el otro por todas las encuestas. Y en el espacio interplanetario, la famosa frase “Eli, Eli, ¿lama azaftani”? (Padre, ¿por qué me has abandonado?), captada por la tripulación de Vostok I, la sustituyeron los desesperados gemidos del ser vivo pero no…, ¡”papaaaaá ya no soy ministra”!, mezclados con el entusiasmado grito ¡”maMáite, paPájín, por fin soy ministra”, de la promotora de arriba mencionado “acontecimiento planetario”, convertida en nueva encargada de Sanidad, que Dios esté a nuestro lado.
Y, después de repetirse la época de preguerra en los enrabietados gritos: “Si Madrid tiene que reventar, reventará”; “Si tenemos que matar, mataremos”…, el guión se intensifica con las amenazas de la izquierda de quemar iglesias durante la visita del Papa, esperemos que no sea en los horarios de misa.
Pobre España, y sobre todo la España cristiana, ya es la hora de que suene el despertador, y los españoles se pongan al día.
hijos de putaaa la gente muriendose de hambre y esta casta politicaaa viviendo como los reyes de la edad media.