Durante los últimos meses, siempre que se ha hablado de la crisis de La Noria, los medios de comunicación han valorado las consecuencias que tendría sobre la imagen de Telecinco. Sin embargo, los verdaderos afectados por esta polémica han sido las trece personas despedidas por los responsables de la productora del programa a primeros de enero, según avanzaba La información este fin de semana.

Al parecer, según fuentes consultadas por este portal, después de la fuga masiva de anunciantes, Telecinco se planteó crear un nuevo espacio de debate que contaría con periodistas y políticos que ya participaban en la mesa de análisis de La Noria. Es decir, la idea era dar más protagonismo a su tertulia política en la noche del sábado y relegar al late night los contenidos del corazón.
De esta forma se creaba un formato serio y riguroso que diera prestigio a la cadena y que de paso le hiciera recuperar las marcas. Sin embargo, a pesar de que el contenido de su nuevo espacio es similar al de la tertulia política de La Noria, la cadena ha preferido no contar con el equipo que se encargaba de dicha tertulia.

¿Los motivos? Paolo Vasile quiere hacer de El Gran Debate un programa de referencia en la televisión y los responsables de La Fabrica de la Tele querían nuevos profesionales con mejores contactos para así poder atraer a grandes políticos.
Sea como fuere, lo cierto es que a pesar de este cambio, la audiencia no ha recibido bien el nuevo programa y El Gran Debate se estrenó el pasado sábado con un discreto 12,9% y 2.182.000 espectadores