La Guardia Urbana de Barcelona se ha incautado de 100 kilos de productos de alimentación caducados que estaban a la venta en diversos comercios del distrito de Gràcia de la ciudad, con lo que ha evitado su comercialización, consumo y los perjuicios que hubieran podido provocar por la salud de las personas. Los productos estaban a la venta en varios establecimientos de alimentación del barrio pero las inspecciones realizadas por los agentes han permitido intervenir más de 200 productos de alimentación de varios comercios.

Durante este mes de noviembre, los agentes de la Guardia Urbana del distrito han llevado a cabo un plan de inspecciones en varios establecimientos de la zona tras obtener indicios de que en algunos comercios de alimentación estaban vendiendo productos caducados.

En estas inspecciones los agentes comprobaron que, efectivamente, en 6 establecimientos diversos productos no cumplían las condiciones de caducidad e intervinieron un total de 201, que suponen más de 100 Kg., de alimentos. La policía barcelonesa levantó las actas de inspección y denuncia correspondientes a estos establecimientos de concurrencia pública y las tramitó en el Instituto de Seguridad Alimentaria (ISAL).

Todos los productos caducados han sido decomisados y llevados a un punto verde de la ciudad para su destrucción. Algunos de los productos llevaban más de dos años caducados. La Guardia Urbana, que no detalla la nacionalidad de los vendedores, continúa realizando inspecciones en otros locales de la zona.