Champions.- El Madrid pasa por encima del Lyon (4-0)
D.M.- El Real Madrid no tuvo sentimientos con el Lyon, con el que se cebó en el Santiago Bernabéu acordándose de lo mal que se lo hizo pasar no hace tanto tiempo. Ahora, el fútbol y la vida han cambiado. El Madrid es mucho mejor que antes y los franceses se han debilitado. Al Lyon ya le temblaban las piernas en el túnel de vestuarios. Tuvo miedo, mucho miedo, y el Madrid se ensañó con su enemigo, pero no lo hizo con cara de pocos amigos. Los blancos se divirtieron con la pelota, instrumento que no hay que despreciar, y tampoco se olvidaron de lo más importante, de llevarla a su destino, las redes. El Madrid se lo pasó en grande y el Bernabéu disfrutó con el partido más completo de los suyos como locales de lo que llevamos de temporada.
Al Madrid poco le importó que la existencia del OL pasase por la trinchera. Los de Rémi Garde se agazaron y esperaron, obligando al Real Madrid a un cambio de registro del que también gozó. En el Bernabéu sólo hubo un equipo y ése fue el de Mourinho, que hizo lo que quiso con su rival, no preparado para armársela a los blancos como en épocas pasadas. El Lyon reconoció desde que pisó el verde que era inferior y los locales confirmaron su supremacía con una metralleta.
Mourinho atacó de inicio con las balas Di María, Özil, Cristiano y Benzema. El francés le recordó al mundo que ahí sigue en el Madrid. Fue imposible decidir mejor. No dejó mal nunca a un compañero y descubrió huecos que otros ni imaginan. También sabe meter goles y eso hizo en el 19′ cuando abrió el marcador. Özil botó cerrado un córner, Cristiano apareció como un gigante en el primer palo y Karim marcó a puerta vacía, esperando en el lugar que conocen los asesinos del área.
Todo lo que pasó fue porque quiso el Madrid, lanzado por un Xabi Alonso magistral, supremo jugando en corto y en largo. Reseñable fue la mano que le echó Khedira, más atrevido que nunca, más acertado que nunca incluso con pases para valientes. Marcelo fue más extremo que otra cosa y todavía el Lyon está pensando por donde encontrarle.
El Real Madrid fue una ametralladora, pero no la utilizó a lo loco. Esperó para disparar y generó múltiples ocasiones que no acabaron con el rival herido, unas veces por la dirección desviada de la bala, otras por el acierto de Lloris, al que se le venía encima un ejército entero.
Del Lyon poco se recuerda en campo contrario, sólo un tanto anulado a Gomis, que remató en plancha en fuera de juego. Sin Lisandro, poco más pudieron hacer Bastos y el propio Gomis. Tampoco apareció Gourcuff, que se pasó todo el partido buscando un oasis en el desierto que fue para él el Bernabéu.
Los franceses respiraron con el tanto de Benzema que no valió por una falta que sacó Xabi antes de tiempo, pero sabían a lo que habían venido. En el minuto 47, justo al comenzar el segundo mitad, el Madrid puso una tierra de por medio que ya se anunciaba. Lo que no se esperaba es que marcase Khedira, certero a pase de Benzema, que estuvo en todas.
Llegarón más goles, uno de Özil que se lo apuntaron a Lloris, que se la tragó, y otro de Ramos para firmar un partido perfecto y recordar que es un defensa central como la copa de un pino.
Khedira se marchó sangrando y entró Coentrao y Kaká e Higuaín también contaron con minutos. Al que no cambiaron fue a Cristiano, que no sacó ninguna de sus dos pistolas, pero bailó con el Real Madrid, disparado hacia octavos. En Europa ya saben que el Madrid cuenta con todo tipo de herramientas ofensivas.