El delincuente multireincidente Mourad el Hassani, junto a la ex alcaldesa socialista de Salt, en un escalofriante pose.

Un total de 103 personas han sido expulsadas de la provincia de Gerona en dirección a sus países gracias a la gestión de extranjería del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) entre septiembre de 2010 y el de 2011. El total de detenidos por vulnerar las normas que regulan la estancia en este país han sido muchos más, 776, según se expuso ayer en el acto de celebración del patrón del cuerpo policial. Pero las expulsiones son largos trámites que requieren a menudo meses de trabajo policía y administrativa para culminar en la expulsión de alguien que vulnera las normas de estancia. En este caso, 60 de los expulsados ??son delincuentes multirreincidentes, que sumaban entre todos unos 360 ?antecedentes policiales, explicó el comisario jefe del CNP en Gerona Sebastián Trapote.

Algunas de las expulsiones levantaron mucha polvareda, como la de Mourad el Hassani, un hombre magrebí que vivía en Salt desde hacía años, cobraba pensiones por enfermedad e incluso se puso al frente de la comunidad marroquí defendiendo sus derechos durante los días de disturbios a principios del año pasado en este municipio.

Respecto a personajes como el Hassani, Trapote insistió ayer en que “no se puede permitir que gente así sean líderes y se pongan al frente de manifestaciones, ya que son los menos indicados para hacerlo porque ellos mismos son los primeros transgresores de las normas”. La expulsión de la Hassani, que ya tenía una orden a tal efecto dictada por un juzgado de Palma de Mallorca, ocupó muchas semanas los agentes de Extranjería del CNP de Gerona.

Otra expulsión, está más reciente, deberá seguramente hecho las delicias de los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Banyoles. Ahmed el Hamed, que tenía cargos por robo con fuerza, atraco e incluso por agresión sexual-aunque el juez le dejó en libertad porque los hechos no se pudieron probar fue definitivamente expulsado de España el pasado 30 de septiembre. Operaba a menudo por la zona del Pla de l’Estany y estaba cumpliendo prisión preventiva a raíz de varios robos en Banyoles cometidos hacía meses. El día que quedaba en libertad, dos agentes de Extranjería le esperaban a la puerta del centro penitenciario para llevarlo ante un juez que dictó el ingreso en un centro de extranjeros a la espera de ser expulsado del país. El caso es relevante porque el Hamed tenía residencia permanente en el Estado, pero la ley de Extranjería permite revocar este derecho si la persona comete un delito que le supone una condena de más de un año de prisión.

Vigilancia fronteriza

Si bien el CNP destacó ayer sus trabajos como policía judicial en ámbitos como la lucha contra el tráfico de drogas, la trata de seres humanos y la prostitución, las estafas documentales y la lucha contra la difusión de prostitución infantil por internet, es a efectos de control de extranjería y fronterizo donde las cifras de la actividad del cuerpo destacan más. En la frontera de La Jonquera, donde desde la desaparición de la plataforma fronteriza de El Pertús se han intensificado los controles en compañía de P0lice aux Frontières (PAF) francesa, se detuvieron 576 personas y en virtud de los acuerdos de readmisión se denegar la entrada al Estado a 752 personas. En la frontera entre Portbou y Cerbère, los detenidos han sido 48 y 453 las personas a las que se ha denegado la entrada.

Además, el CNP ha hecho ocho controles en un año a varios prostíbulos que funcionan en las comarcas de Gerona, y el aeropuerto se trabaja para detener una serie de albaneses que intentan volar hacia Gran Bretaña con pasaportes falsos griegos o búlgaros.