Este artículo expone las ideas principales del libro de Pilar Rahola “La República islámica de España” y aborda el problema que tenemos al adoptar medidas tolerantes ante los integristas islámicos, y como estos aprovechan éste recurso para expandir su ideología contraria a los derechos humanos. En el caso de Salt, se aprobó este marzo del 2011, la construcción de una mezquita salafista que será el mayor centro europeo de fundamentalismo islámico de Europa, en nombre de la libertad se expanden ideologías contrarias a esta.

Es un libro valiente que aporta ideas nuevas sobre el problema del salafismo (y no de la inmigración), que la inmigración no es el problema, nuestros sistemas de libertades son muy flojos con doctrinas contrarias a este.

Pilar Rahola en su último libro “La República islámica de España” (RBA) hace un análisis sobre el peligro existente del fundamentalismo islámico en España y da algunas respuestas para detenerlo y evitar que nuestro miedo permita que el pensamiento totalitario gane la batalla a la libertad.

El libro, es un libro novedoso porque se escribe sin tener en cuenta la linea de corrección política que acostumbra a pasar por encima de temas importantes como la libertad, la religión y la convivencia con un grupo reducido de intolerantes; un libro escrito como dice ella “contra el islamofascismo y a favor del islam”, y advierte que los detentores de una interpretación fanática (como cualquier otra) del islam, este no se interpreta. El Coran es rígido y inamovible. El hombre es superior a la mujer. El cruzado, el judío y todos los fieles deben ser sometidos. El islam ha de dominar las leyes civiles. El islam ha de dominar la tierra: debe hacerlo con la yihad, tanto si es la yihad de la palabra como si es la yihad de la espada, como ambas. Quien no piensa así y es musulmán es blasfemo.

Un ciudadano de Salt, como yo; catalán y convencido de que la inmigración no es ningún problema, porque todos somos iguales; encuentra en la voz de Rahola, un aire fresco al tratar de como el intolerante (el integrista islámico) se expande en Cataluña y en toda España gracias a la tolerancia existente hacia el intolerante.

Rahola, poco sospechosa de navegar en aguas de la derecha que usa la inmigración como símil de delincuencia, y opositora del nacionalismo rancio español, habla de un tabú que se ha asentado en la majoria de ayuntamientos de no hablar y tratar (sobre todo esto último) el peligro del salafismo. El salafismo es una de las corrientes más activas del radicalismo islámista . Es un movimiento extremo y muy violento, está perfectamente implantado en el Estado Español según fuentes policiales y tiene cinco mezquitas en Barcelona, dos en Valencia y una en Melilla.

Esta presente a través de mezquitas o agrupaciones culturales en localidades como Salt, Vilanova, Reus, Sant Boi, Rubi, Torredembarra, , Mataró, Roda de Barà, Lleida, Valls, Cambrils, Calafell, Cunit, Sant Boi, Tarragona (epicentro del salafismo), Badalona, Santa Coloma y Barcelona misma-auténtico hito a conquistar donde se desarrollan tareas de captación y de proselitismo.

¿Quién dirige esas mezquitas?

Mohamed Mrabet Fahsi, acusado y condenado por la Audiencia a siete años de cárcel por ser miembro de una cédula terrorista, que había estado inculcando la yihad y había estado relacionado con atentados suicidas en Iraq (la mas importante operación contra una cedula terrorista hasta el momento en España), se encuentra ahora en libertad y ha recuperado su papel de liderazgo de la comunidad islámica de Vilanova i la Geltrú.

El líder de Barcelona, Taoufik Cheddadi fue detenido en el marco de dos operaciones contra el yihadismo en Cataluña, pero no se encontró finalmente prueba alguna contra él. Es un líder carismático en toda la zona de Barcelona y parte del Maresme.

En Gerona, concretamente en Salt, en 2007 el líder salafista Mohamed Attaouil, junto con el imán Rachid Menda consiguió un permiso del Ayuntamiento de Salt para abrir una asociación cultural, llamada Al Hilal (La Media Luna) . Mohamed Attaouil, nacionalizado español en 2006, pretendía abrir una mezquita en un lugar donde se necesitaban condiciones más estrictas según nuestras normativas municipales.

Finalmente, hace dos meses escasos, en marzo de 2011 consiguió una licencia completamente legal, del ayuntamiento de Salt para construir una mezquita.

Se ha formalizado la compra de un terreno de mil metros cuadrados, en el polígono industrial Torre Mirona de Salt, entre las calles Vilablareix y Rodoreda; el proyecto de construcción es para una mezquita de cuatro plantas que constituirá el mayor centro europeo del salafismo.

Un proyecto del qual no se ha hecho la publicidad que se hizo en su día de la construcción del Espai Gironès y que ha quedado en el registro municipal y no se presume de ello.

Mohamed Attaouil dispone de fondos de ongs saudíes para este proyecto, que pretende expandir el islam más radical y xenófobo por toda Europa, rompiendo deliberadamente la convivencia con los ciudadanos catalanes y sus costumbres por impias y corruptas; y buscar una justicia basada en la “sharia” y no en las leyes occidentale basadas en el estado de derecho.

Apoya matrimonios concertados con menores de edad, coarta la libertad y derechos de la mujer, y la decadente sociedad europea; y desde Salt esta balcanizando la convivencia pacifica entre los ciudadanos de las mas de 15 nacionalidades representadas en el municipio.

Alguna cosa hacemos mal como sociedad, al no hablarse de según que cosas. Desde el nacionalismo rancio de la derecha española algunas voces, utilizan la inmigración vinculándola a la delincuencia y desde la izquierda se bascula entre el buenismo, y el tabú.

Como ciudadano de Salt me molesta que se hable siempre mal de Salt en los medios de comunicación, de los incidentes por la muerte de un inmigrante menor que robaba, por sacar todos los sucesos y ponerlos en primera pagina del diario. Pero también el hecho de no presentar batalla ante el totalitarismo religioso.

En Salt el consistorio oculta el hecho de la construcción del mayor centro salafista europeo y en cambio nos informa de otras cosas que hacen (algunas de ellas bien), de todas las reuniones con asociaciones, con proyectos de expansión de centros comerciales como el espai gironès, pero como en muchos municipios se permite desde la inacción y la tolerancia; la intolerancia y el peligro del radicalismo salafista islámico.

Fuente: Pilar Rahola; :”La Republica islámica de España”.