Pretencioso Moratinos
Miguel Ángel García Brera.- Hubiera sido paradójico que una persona, que formó parte del Gabinete de Zapatero y, con el presidente y el resto de ministros, tiene, por tanto, alguna corresponsabilidad en no haber conseguido evitar conducir con su política a cinco millones de españoles al paro y sí un aumento del nivel de pobreza en la población española, se hubiera alzado con la titularidad de la FAO. He escuchado a Moratinos, horas antes de que los países afectados le hayan negado su pretensión, votando al candidato brasileño, y me ha resultado de una ingenuidad, o de un cinismo morrocotudo, oírle decir que, si era elegido como pensaba, conseguiría erradicar el hambre. Con que le hubiera propuesto su fórmula mágica al presidente Zapatero, Caritas podría descansar un tiempo de la fatigosa tarea de dar de comer a cuantos la política socialista ha llevado a necesitar de la caridad.
Pero en fin, parece que a los votantes extranjeros tampoco se les puede dar gato por liebre y han reaccionado como los españoles, en los recientes comicios, mandando a los socialistas a hacer gárgaras.
Mientras tanto Rubalcaba pide a los de su partido, desahuciados en Comunidades y Municipios, que apoyen al PP, lo cual por insólito debe reseñarse y, aun siendo muy de alabar, el candidato Rajoy no debe olvidar los consejos del cocodrilo al perro que bebía en el Nilo, según la conocida fábula.
Lo que ya resulta patético es escuchar a Bono en “La Noria”, acompañado de los loores de su tía y de una visita a la casa en que nació el prócer, allá en Salobre, de cuya aldea que seguramente será bella, como todas la de España, hizo elogios en busca de turistas. Tan patético resultó el personaje que llegó a recordar haber tenido que ejercer el magisterio sobre los diputados porque ignoraban lo que era insaculación. Lo cual que quedó como un poco a lo niño Vicente y de escasa cortesía con sus conmilitones, entre los cuales es bien seguro que pocos serían los que ignoraban una palabra tan propia de la terminología electoral. Lo que sí quedó claro es que quiso ser presidente del Gobierno, pero no pudo, y ahora ya no quiere, aunque vaya Vd. a saber si lo habrá dicho con tanta seguridad como, no hace ni seis meses, lo dijo Rubalcaba en una larga entrevista.